Tenga cuidado con los hijos que le exprimen la billetera
Cuál es la principal amenaza en su camino hacia una jubilación segura? Podrían ser sus hijos adultos.
Abril 7, 2006
Por Glenn Ruffenach
The Wall Street Journal
Erma Bombeck, una comediante y escritora estadounidense que falleció hace 10 años, frecuentemente escribía sobre su familia. Me acordé de una de sus historias en particular cuando empecé a buscar material para este artículo. "Las primeras palabras de la mayoría de los niños son 'mamá' o 'papá'", decía Bombeck. "Las mías fueron: '¿Tengo que usar mi propio dinero?'".
La idea suena graciosa, hasta cierto punto. Este punto, dice Craig Brimhall, subdirector de estrategias para el patrimonio de jubilación de la firma financiera Ameriprise Financial, es cuando los hijos adultos —hombres y mujeres de veinte y tantos y treinta y tantos años— todavía exprimen financieramente a sus padres.
La sangría en los ahorros e inversiones de los padres —justo en un momento en que se aproximan a la jubilación— puede poner en riesgo el futuro de sus finanzas.
Es un fenómeno que Ameriprise está viendo con cada vez más frecuencia entre sus clientes en Estados Unidos, dice Brimhall. "Los padres le están pagando todo a sus hijos, desde el alquiler de la vivienda y el plan de salud, hasta las mensualidades del auto."
Estudios recientes aportan indicios de cuánto los hijos adultos dependen del apoyo financiero de sus padres. Entre 2000 y 2004, el número de hogares en EE.UU. en que los que hijos con 18 años o más todavía vivían en casa saltó casi un 70%, según la consultora SRI Consulting Business Intelligence, de California.
Al mismo tiempo, investigadores de la Universidad de Michigan detectaron que el apoyo de los padres durante la transición de sus hijos hacia la vida adulta es "significativo y está al alza".
En EE.UU. la asistencia total para gastos como vivienda, alimentación, educación y ayuda directa en efectivo alcanza un promedio de US$38.000 entre las edades de 18 y 34 años, equivalente a unos US$2.200 anualmente.
¿Qué hacer? Si ha terminado jugando el papel de cajero automático de sus hijos adultos, considere los siguientes consejos:
Saque las cuentas:
Los padres suelen crear el hábito de ayudar financieramente a sus hijos —"algunos lo ven como una responsabilidad", dice Brimhall— y nunca se dan cuenta de la cantidad de dinero que están invirtiendo en ellos. Si una porción considerable de sus ingresos discrecionales, particularmente cuando se acaba de jubilar, se destina a sus hijos, puede terminar obligado a cambiar su estilo de vida para no correr el riesgo de mermar sus ahorros.
Cierre la billetera:
Puede parecer obvio, pero los padres raramente suelen tomar el tiempo necesario para identificar cuáles de los gastos de sus hijos son realmente necesarios y cuáles son meramente lujos y caprichos.
Los costos de la educación de sus hijos son una necesidad, pero las salidas a restaurantes, ropa cara y un iPod son lujos. En otras palabras, no financie los caprichos de sus hijos.
"No sé de dónde sacamos la idea de que es nuestra misión subsidiar el estilo de vida de nuestros hijos", cuestiona Brimhall.
Sirva de profesor:
Muchos hijos adultos necesitan desesperadamente una educación financiera, apunta Brimhall. Nunca es demasiado tarde para enseñar los temas básicos, incluyendo la importancia de armar y ceñirse a un presupuesto, ahorrar e invertir.
Incentive el ahorro:
Siempre que sea posible, ofrezca guardar en una cuenta separada, un dólar para cada dólar que su hijo ahorre. Incluso si lo hace por un breve lapso, de esta manera "puede enseñar a sus hijos a ahorrar desde un comienzo", dice Brimhall.