Gerontología - Universidad Maimónides

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Gastar energía en tareas cotidianas también sirve para alargar la vida

pasear_el_perro.jpgLO REVELO UNA INVESTIGACION DEL INSTITUTO NACIONAL DEL ENVEJECIMIENTO, EN LOS ESTADOS UNIDOS

El ejercicio de pasear al perro o cortar el pasto ayudan tanto como ir a un gimnasio.

CAMINATA. Sacar a pasear el perro todos los días ayuda a gastar calorías.

Eliana Galarza
egalarza@clarin.com
16.07.2006

El tema es moverse. No ser sedentario, evitar el sobrepeso. Lo dicen médicos de distintas especialidades y lo confirman diferentes estudios cada año. El más reciente se publicó esta semana en el Journal of the American Medical Association.
Reveló que cualquier tipo de gasto energético a través de la actividad física se relaciona con un menor riesgo de muerte. Y con la posibilidad de alargar la vida. Llegaron a esa conclusión luego de estudiar a 302 personas de entre 70 y 82 años.
La novedad es que no mencionaron, específicamente, a deportes adrenalínicos como el fútbol o el tenis, ni agotadores como una hora de gimnasio. Esta vez hicieron hincapié en rescatar aquellas actividades que sin ser disciplinas olímpicas, ayudan a que el cuerpo se ponga en movimiento. Por ejemplo: sacar a pasear al perro, cortar el pasto, subir o bajar escaleras, caminar (al menos 30 minutos por día) y hasta tareas hogareñas como pasar la aspiradora.
La American Heart Association recomienda 30 minutos de actividad enérgica al día. En el nuevo estudio, en cambio, se remarca que la actividad física, ese "no quedarse quieto", sea de al menos dos horas diarias.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores hicieron que los voluntarios bebieran agua con dos isótopos inocuos, oxígeno 18 e hidrógeno 2, que se elimina no sólo con el agua sino también con el dióxido de carbono generado durante el gasto energético. Al medir los niveles de agua y dióxido de carbono que salían del cuerpo, pudieron obtener el gasto energético diario.
Mantuvieron el seguimiento durante 6 años y encontraron que los índices de mortalidad disminuían a medida que el gasto diario de energía aumentaba. De hecho, las personas de la tercera edad en el tercio más alto de gasto diario de energía tenían un riesgo de morir 69 por ciento menor que quienes se hallaban en el tercio inferior.
"Pero al igual que en otros estudios, les preguntamos a las personas qué hacían", explicó Todd Manini, investigador líder y fisiólogo del Instituto Nacional del Envejecimiento, de los Estados Unidos.
Así confirmaron que no hubo diferencias entre moverse con o sin ejercicio estructurado. Era más probable que las personas en el tercio más alto de gasto energético fueran asalariadas y recorrieran dos tramos de escaleras diariamente, dijo. "Quemaban un promedio de 600 calorías más por día que aquellos que figuraban en el tercio inferior", agregó. Esas 600 calorías representan alrededor de dos horas de actividad diaria.
En el Departamento de Rehabilitación Cardiovascular de la Fundación Favaloro también se hizo una investigación con ejercicios físicos en mayores de 70 años, pero que habían sufrido infarto de miocardio o by pass coronario. Observaron que los beneficios luego de un año (comenzaron a manifestarse a las 10 semanas) fueron similares a los de personas más jóvenes. Comprobaron, además, que esos ejercicios (aeróbicos y de fuerza muscular durante 3 veces por semana) mejoraron la calidad de vida.
¿Por qué hace bien el ejercicio? Incrementa el flujo de sangre en los músculos, disminuye obstrucciones arteriales, mejora la relajación del músculo cardíaco, aumenta la potencia y resistencia aeróbica, mejora la elasticidad pulmonar (que ayuda a favorecer la ventilación pulmonar, que se va perdiendo con los años), y es bueno, entre muchas otras cosas, para la fuerza muscular, la coordinación motora y la función nervioso-muscular.


Para mantenerse activo

Consejos para hombres y mujeres
En todas las edades es recomendable una consulta médica antes de comenzar un programa de ejercicios. "En adultos no entrenados, la práctica de deporte en forma brusca, enérgica y no controlada puede ser disparador de un infarto de miocardio", advirtió Alberto Alves de Lima, director de Capacitación del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires. Algunas de las tareas hogareñas también son buenas para sumar esas dos horas de actividad física diaria que se necesitan para estar saludable. En el caso de las mujeres no son recomendables para las mayores de 35 años los ejercicios de impacto como saltar o correr. Pero, en todos los casos, el médico es quien tiene la última palabra. Convienen:
* Ejercicios físicos de al menos 3 o más veces por semana, 40 minutos por día.
* Natación, caminar, hacer gimnasia, andar en bicicleta.
* Evite ascensores, prefiera siempre usar las escaleras.
* También sirve cortar el pasto o pasear el perro.
* Si tiene un aparato inalámbrico, hable por teléfono caminando: es mejor que hacerlo sentado.
* Si tiene auto, estacione lejos, así puede caminar más.
* Entre las tareas domésticas, ayuda pasar la aspiradora o limpiar ventanales.


Mejor, en movimiento

Según Roberto Peidro, cardiólogo y especialista en medicina del deportes, el proceso de envejecimiento es la consecuencia de una interacción de factores genéticos y ambientales. "El ejercicio físico regular ha demostrado sus beneficios sobre la calidad y cantidad de vida, actuando contra ese proceso. En mayores de 65 años, los efectos de la actividad física implican mejorías notorias", confirmó Peidro. Agregó que influye positivamente en el sistema cardiovascular, aparato respiratorio y músculos. También se demostró la disminución en la aparición de algunos tipos de cáncer y en el deterioro óseo.