Abuelito dime tú... ¿cuándo festejamos tu día?
Anoche, en lo de Alejandro Festino festejaron el día del abuelo. O el de la abuela. O el de ambos. Como sea, festejaron y eso es lo importante
Guadalupe Diego. De la Redacción de Clarín.com
22.08.2006 | Clarin.com
Siempre es el día de algo. Aunque uno ande por la vida de lo más fresco (especialmente en invierno) y vaya por ahí como si nada, no por eso cada jornada deja de tener su celebración. Cada día tiene su afán, nos dijeron siempre en casa. Cada día tiene su afano, sería la versión comercial del asunto. El 17 de agosto, por ejemplo, es el Día del Abuelo. Y aquí está nuestra fuente, que no nos deja mentir. Las fuentes que hemos consultado, de todas formas, no coinciden: hay quien dice que el Día del Abuelo es el tercer domingo de agosto (que eventualmente podría caer un 17, pero eso ya es otro cantar). Tal imprecisión no debe ser casual: como los abuelos no entienden a esta altura nada, seguro que los nietos se aprovechan. Que falta, nono, que falta; que ya pasó, abu, y te hicimos regalos, ¿te acordás?
En donde sí hubo festejo fue en lo de Alejandro Fantino. No sabemos si festejaban el día del abuelo, el de la abuela o ambos (es que en los calendarios festivos el asunto está desdoblado; agosto para uno, noviembre para el otro), pero que festejaron fue seguro. Incluso los conductores llevaron fotos de sus abuelos y contaron qué hacía cada uno. Y la que apareció desde un tape fue la abuela de Cayetano, que traía un mensaje para su nieto. Pobre Cayeta, lo retó bastante su abuela. Que dejara de fumar, que se abrigara, que siempre se engripaba... Igual también le dijo en algún momento que lo quería mucho. Y que estaba orgullosa de él y tal. Y vean esto: le pidió que se dejara el pelo largo, como antes, porque le quedaba muy bonito. Abuela progre la de Cayetano, ¿no?; las abuelas normales no le piden a su nieto que se deje las chuzas. O sea, además de progre, abuela anormal; las cosas por su nombre.
Más allá del homenajeado en cuestión, nosotros diremos, desde aquí y humildemente, que apoyamos estos festejos por TV. Nos gustan, y mucho, las efemérides. La efeméride propiamente dicha y las celebraciones de cualquier especie. Para este mes, anoten: todavía tenemos –uno- el día del peluquero, -dos- el día del actor y –tres- el día del abogado. Aunque dos y tres por ahí alguno podría leerlo como la misma cosa... ¡Y uno y dos también!: Roberto Giordano, por ejemplo, aplica en ambas. ¿Duplicará regalo?
http://www.clarin.com/diario/2006/08/22/conexiones/t-01257186.htm