Cada vez más abuelos hacen cursos de PC para acercarse a sus nietos
VIDA COTIDIANA | EL DESAFIO DE METERSE EN EL MUNDO DE LA INFORMATICA A LA TERCERA EDAD
Quieren navegar por Internet, mandar mails y entender el lenguaje de los chicos. Muchos se resisten a perder contacto con los que se fueron al exterior, y el chat es la mejor forma de acortar las distancias.
Mariana Iglesias
05.08.2006 | Clarin.com
Computadora. Mouse. Internet. Mail. Chat. Las palabras, extrañas, asustan a quienes no las conocen porque simplemente no conocen lo que significan. Por eso, hay gente mayor que les escapa. Pero hay muchos otros que eligen el desafío de aprender y meterse en el nuevo mundo de la informática, el mundo de la juventud, de lo moderno, el mundo de hoy.
Tampoco es por simple amor a las nuevas tecnologías que todos estos abuelos se zambullen en la Red. En realidad tiene más que ver con una cuestión familiar: ellos se resisten a perder el contacto con los nietos que se fueron a vivir al exterior o que quieren comunicarse con sus nietos que viven acá nomás, pero que parecen hablar "otro lenguaje".
Estos abuelos llenan cada vez más aulas donde se dictan clases de informática. Por la Universidad Maimónides pasaron 830 alumnos en 3 años. En el Centro Cultural Ricardo Rojas son casi mil los que actualmente siguen los cursos de informática para adultos mayores de 50 años. Y en la Dirección de Tercera Edad de la comuna porteña aseguran que el año próximo van a crear talleres de computación porque la demanda es cada vez mayor.
En La Plata, más de 150 abuelos pasaron por las aulas universitarias para aprender herramientas básicas en Internet. Los cursos —se iniciaron el año pasado con 20 estudiantes— fueron organizados por la Facultad de Informática de la UNLP y el Consejo de la Tercera Edad de la municipalidad al advertir la gran demanda de las personas mayores.
"Vienen asesorados por médicos y psicólogos que les recomiendan estudiar porque hace bien, pero la mayoría de los abuelos que se anota en los cursos de computación es para integrarse a la familia. Quieren navegar por Internet, mandar mails y entender el vocabulario de sus nietos. "Es un orgullo si lo logran", dice Nidia Schuster, coordinadora General Pedagógica y coordinadora del Programa para Adultos Mayores de 50 años del Rojas.
Algo parecido explica Salomón Polakoff, quien a fines del 2001 —"cuando era un pibe de 81 años"— creó cursos de computación para mayores en la Maimónides. "Se me ocurrió porque yo mismo reboté en otro lugar. Me había anotado en un curso de jóvenes, no pude seguir el ritmo, me sentí mal y abandoné a la tercera clase", cuenta.
Quería aprender para conectarse con la parte de su familia —tiene dos hijos, tres nietos y seis bisnietos—, que vive en México. "Eso es lo que busca la gente mayor, comunicarse con los seres queridos que se les fueron lejos", dice Salomón, y saca a relucir anécdotas de abuelos que de no saber nada pasaron a escribirles a sus nietos en España, Holanda, Inglaterra, Estados Unidos...
Salomón abrió una escuela, "Sapol Computación", que tiene siete profesores que van a la casa de los alumnos. El único requisito: ser mayor de 50 años.
Favio Barreiro también es profesor de informática y se especializa en mayores. "Aprender computación es como aprender a manejar. No te puede enseñar un familiar. La gente grande va a otro ritmo, hay que tener paciencia, pero cuando aprenden da una gran satisfacción". Cuenta de su alumna mayor, María Teresa, 91 años: "Quiere buscar información en Internet y mandar mails", dice. En realidad es muy parecido a lo que busca la mayoría: "Hablar el mismo lenguaje que los nietos. Para ellos la PC es sinónimo de juventud, y si la saben manejar eso les hace bien".
Para Graciela Zarebski, directora de la Carrera de Especialización en Psicogerontología en la Universidad Maimónides, la informática en esta etapa tan especial de la vida es un medio excelente para "la inclusión social y el protagonismo; la educación permanente y la recreación; fomentar los vínculos intergeneracionales; dar acceso a información y entrenamiento intelectual; incrementar la cultura y la comunicación; fortalecer la autoestima y la autoeficacia; acceder a temas de prevención y de calidad de vida, y contribuir con la autotransformación".
http://www.clarin.com/diario/2006/08/05/sociedad/s-04815.htm
Puentes
Diana Baccaro
dbaccaro@clarin.com
Los grandes escriben en la pantalla con el mismo entusiasmo que ponen los chicos cuando estrenan un cuaderno nuevo. A su manera, cada uno construye un puente hacia el futuro. La miniserie "Vientos de Agua" desnudó con mil imágenes 70 años en la vida de un hombre: una de ellas amplifica en España la cara de Héctor Alterio en la pantalla de una computadora. En Buenos Aires, su nieto le había enseñado a chatear con su hijo, que probaba suerte justo en el país que lo había visto partir en los años 30. Como ésta, hay muchas historias atravesadas por un puente capaz de unir a tres generaciones: el de la tecnología.
"Para envejecer bien, hay que renovarse y estar conectado"
"Tengo una paciente de 88 años que navega por Internet y lo disfruta", cuenta el gerontólogo Guillermo Che Kenny, de la Asociación de Geriatría de la zona Norte. Según su opinión, ese contacto con la tecnología es positivo porque estimula las funciones cognitivas (atención), los lleva a contactarse con sus orígenes porque muchos consultan páginas donde encuentran datos sobre el lugar de nacimiento. "Hasta se animan a mandar e-mails a los intendentes de esos lugares: la mayoría de los abuelos son de España o Italia", dice. Otro aspecto que mejora es el de las reminiscencias porque ese contacto con los orígenes, fortalece el Yo. "Les da más seguridad y les genera más ganas de aprender. Por lo general, tienen más afinidad con sus nietos más chicos. Son los que tienen más paciencia y los que sienten que tienen algo más para compartir con sus abuelos".
Para Graciela Zarebski, directora de la Carrera de Especialización en Psicogerontología en la Universidad Maimónides, la condición básica para envejecer bien es "encontrar y renovar el sentido de la vida, seguir motivado, conectado con el afuera y en la búsqueda. Habla de un psiquismo activo, joven, aunque se tenga muchos años. Ya se demostró que se puede seguir aprendiendo hasta una edad avanzada, y que los nuevos aprendizajes contribuyen a mejorar la calidad de vida y a la autotransformación".
"Los cursos de informática son de los más solicitados por los mayores. Están diseñados para el ritmo de aprendizaje y los valores predominantes en este grupo etario, creando un clima propicio para vencer el obstáculo más común: el temor y las creencias negativas respecto a las propias capacidades", dice Zarebski. Y agrega: "Es una herramienta que permite compensar aspectos que a esta edad pueden estar en desventaja como situaciones de aislamiento por discapacidad, soledad, falta de estímulos afectivos y cognitivos, potencialidades y creatividad adormecidas o estancamiento personal".