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Cómo será la nueva generación de tratamientos para la diabetes

Insulina inhalable que evita las incómodas inyecciones y drogas que estimulan el funcionamiento del páncreas y retrasan la insulinodependencia. Ya se habla de una nueva era en los medicamentos para tratar la epidemia de diabetes.

Por María Farber. Especial para Clarín.com
conexiones@claringlobal.com.ar
MIE 09.08.2006

Nuevos tratamientos farmacológicos prometen mejorar la calidad de vida de los diabéticos y también se perfilan como aporte significativo a un mercado que ya alcanza a nivel mundial los 15 billones de dólares: para 2011 se espera que la cifra trepe a 25 billones. En el debate médico, la Incretina, una hormona que regula los niveles de glucosa, es la clave de una nueva generación de tratamientos para la diabetes tipo 2. El tema formará parte, este mes, del 11° Congreso Internacional de Medicina Interna organizado por el Hospital de Clínicas. Las nuevas alternativas farmacológicas se postulan no como la solución a la enfermedad, pero sí como un complemento valioso que podría mejorar tratamientos actuales, retrasar el uso de insulina y evitar las complicaciones de la diabetes.
Entre las novedades, Exenatide (Ely Lilly) una droga inyectable, acaba de llegar a las farmacias norteamericanas y se espera en Argentina el año próximo. Provoca pérdida de peso y eso representa una de sus ventajas respecto de otros medicamentos que generan un efecto contrario. Pero lo más importante es que tiene la capacidad de ayudar al páncreas a generar las células que producen insulina. Imita el funcionamiento de las hormonas Incretinas, por eso se la denomina "incretino mimética". Eso sí, tiene entre sus efectos secundarios la posibilidad de nauseas severas. Por otra parte, vildagliptina (comerciado por Novartis) y sitagliptina (Merck), ambas píldoras, esperan aún la aprobación de la FDA, pero hay optimismo respecto de sus posibilidades. Su acción eleva los niveles de una hormona que se libera naturalmente en el estómago y los intestinos en el momento de ingerir alimentos. Esta hormona, llamada GLP1 hace que el páncreas produzca insulina y al mismo tiempo detenga la producción de glucosa en el hígado. Por supuesto, aún se desconocen las posibles acciones adversas de su uso a largo plazo.
El páncreas de los pacientes con diabetes tipo 2 va perdiendo la capacidad de producir insulina, y por lo tanto la capacidad de controlar el nivel de glucosa en sangre. "Lo que hacen estas drogas es inhibir la degradación de la GLP1, sustancia que todos tenemos y que estimula la secreción de insulina. La sustancia normalmente dura segundos en sangre, pero con esta droga se inhibe la degradación y se mantiene en sangre durante más tiempo, por lo que estimula la generación de insulina durante más tiempo", explica el profesor doctor Maximino Ruiz, profesor consulto de la División de Diabetología del Hospital de Clínicas. "El último Congreso de la Asociación Americana de Diabetes fue fundamentalmente de Incretinas. Es lo que está teniendo más relevancia en el mundo y ya hay experiencias en muchísimos lugares. En nuestro país aún no tenemos la experiencia, pero tenemos conocimiento. Esperamos que para el año que viene empiecen a llegar algunas de estas drogas".
Otra que ya se consigue en Estados Unidos es Exhubera (Pfizer), una insulina inhalable cuyos efectos son muy similares a los de la insulina inyectable. "Según nos prometieron va a estar a mediados del año que viene en Argentina. Tuvo muy buenos resultados en la diabetes tipo 1 y 2. Creo que se va a indicar sobre todo en niños y personas mayores, que son los que tienen más dificultades para inyectarse la insulina".
En Argentina el 7 por ciento de la población padece diabetes, esto representa algo menos de 2 millones de pacientes. Pero entre ellos el 30 por ciento no sabe que tiene diabetes. Es una de las características de la enfermedad: no se anuncia, es indolora. Al menos el 50 por ciento de los diabéticos del mundo desconoce que padece esta enfermedad. Según la Organización Mundial de la Salud, a nivel global hay 143 millones de personas con diabetes y se prevé una tremenda escalada a los 300 millones para el 2025. Según la Asociación Americana de Diabetes tipo 2 se multiplicó en los últimos 30 años. Así de veloz es la escalada, y es que se vincula al estilo de vida y crece de la mano de los índices de obesidad. Pero, dice la OMS, serán los países en vías de desarrollo los más afectados por esta "explosión". A eso se suma que en el primer mundo quienes la padecen son en su mayoría personas de más de 65 años, mientras que en países subdesarrollados la enfermedad prevalece en generaciones más jóvenes, de entre 45 y 65 años.
La diabetes tipo 2 es la mayor parte de las veces el resultado de la vida sendentaria y la obesidad. Se agrava justamente, con el sobrepeso, porque la grasa genera una mayor resistencia a la insulina y por lo tanto suben los niveles de azúcar en sangre. Pero el mal más temido no es la diabetes en sí, sino las complicaciones que, fundamentalmente, son retinopatía que puede terminar en ceguera, insuficiencia renal que puede derivar en la necesidad de diálisis y la neuropatía diabética que puede terminar en la amputación de los miembros inferiores, es de hecho la causa más frecuente de amputaciones no traumáticas en miembros inferiores. "La gente tiene que entender que debe cuidarse los pies como se cuida la cara", dice Ruiz, "El problema es que la diabetes no duele, pero cuando se expresa es brava. Con estos nuevos tratamientos se espera retardar la necesidad de inyectar insulina y poder controlar la enfermedad, evitar que aparezcan las complicaciones. Tengo la esperanza de que pronto las complicaciones sean parte de la historia de la diabetología". Pero aclara "La terapia farmacológica no reemplaza la dieta y la actividad física. Estas dos siguen siendo los pilares fundamentales para tratar la diabetes".

Campaña de detección de Diabetes

El Centro Diabetológico Buenos Aires acaba de realizar una campaña de detección gratuita de diabetes y riesgo cardiovascular. 400 personas pasaron por el centro para controlar su peso, medir la tensión arterial, el nivel de glucemia y el colesterol. El 60 por ciento fueron mujeres y el 40 hombres. Los resultados del examen revelaron que el 12,4 por ciento de las mujeres y el 19,4 de los hombres tenían diabetes. "Es cierto que esta muestra no se realizó en forma aleatoria, probablemente quienes hayan venido lo hicieron por que se consideraron en riesgo de padecer diabetes, también vino mucha gente mayor y sabemos que los niveles de diabetes aumentan con la edad, sin embargo el 19 por ciento es una cifra altísima si se tiene en cuenta que en Argentina la prevalencia es del 7 por ciento".
Además, el 36 por ciento de las mujeres y el 50 por ciento de los hombres presentaron hipertensión. Y paradójicamente, el 51 por ciento de las mujeres y el 39 por ciento de los hombres registró niveles altos de colesterol.