Vivir para siempre
¿Usted quisiera vivir para siempre, o quizá hasta la madura edad de
1000 años?; hubo una época en la que vencer a la biología para ser inmortal
era una cosa de sueños
La Nacion Ciencia/Salud
Miércoles 6 de Septiembre de 2006
Ahora, un cirujano plástico en el Reino Unido planea vender una droga
contra la vejez. Jeka Prakash asegura que revirtió el proceso de
envejecimiento al inyectarse a sí mismo y a su esposa una hormona humana de
crecimiento que ha mejorado sus memorias y ha removido sus arrugas. Ahora
tiene planes de abrir una clínica para ofrecer el tratamiento.
Permanecer joven es una fantasía que por mucho tiempo han abrigado
multimillonarios que gastan una pequeña fortuna para congelarse
criogénicamente a su muerte, con la esperanza de "regresar" en el futuro,
cuando la medicina haya avanzado.
Y es una cosa de cuentos de hada. Historias míticas hablan de la
Fuente de la Juventud, un manantial que le daba vitalidad eterna a todos los
que bebían de él.
Estos son sueños. Para la mayoría de quienes nos vamos poniendo
viejos, la debilidad y la obstrucción de los vasos sanguíneos, son simples
hechos de la vida.
Ahora, sin embargo, hay un creciente grupo de científicos y filósofos
que verdaderamente cree que las fronteras biológicas se pueden empujarse
para permitirle a los seres humanos vivir 200, 300, 1.000 años o incluso
más.
Optimismo
Se llaman "transhumanistas" y argumentan que ya es hora de que los
humanos se liberen de las "cadenas biológicas".
Quieren aprovechar los desarrollos tecnológicos, genéticos y
medievales para optimizar la mente y el cuerpo para, literalmente, hacer
"mejores humanos", lo cual permitiría vivir más.
En marzo de este año, una conferencia internacional de cinco días
(titulada "La gente del mañana: el reto de las tecnologías para la extensión
y el mejoramiento de la vida") se realizó en el instituto James Martin de la
Universidad de Oxford.
Los ponentes analizaron preguntas entre las que incluyeron: ¿Cómo
reconstruirán los humanos su cuerpo? Y ¿qué es natural acerca de nosotros?
¿Es importante?
Una de los expositoras, Aubrey de Grey, genetista de la Universidad de
Cambridge y descrita como "quizá la más optimista" de los científicos que
quieren prolongar la vida humana, cree que muchas de las personas que
actualmente son jóvenes, vivirán hasta los 120 años.
También dijo en la conferencia que es probable que una persona que
esté viva en estos momentos pueda llegar a los 1.000 años de edad.
Entretanto un nuevo libro, "Evolución de diseño: el manifiesto
transhumanista" de Simon Young, pretende explicar cómo la ciencia, puesta en
práctica apropiadamente puede ayudar a "eliminar las enfermedades, vencer a
la muerte y mejorar al cuerpo y a la mente más allá de las limitaciones de
la condición humana".
Obligación moral
A principios de este año, el grupo de investigación Demos lanzó un
folleto titulado: ¿Mejores humanos? Las políticas de mejoramiento y
extensión de la vida.
El documento analiza si las "pastillas para la inteligencia" (que
aparentemente pueden mejorar la memoria y las habilidades cognitivas), las
tecnologías para combatir la vejez y la cirugía cosmética contribuirá a la
existencia de humanos más fuertes, más inteligentes y con una vida más
larga.
También cuan ético resultan estos avances.
Ha habido un acalorado debate entre científicos emocionados acerca de
las posibilidades de extender la vida y aquellos que piensan que la
discusión necesita una dosis de perspectiva.
¿Así que cuál es la realidad? ¿Estamos a punto de sobrepasar nuestras
limitaciones naturales o son cosas de ciencia ficción? ¿Y sería incluso
deseable vivir más allá de lo que ya vivimos?
Peter Healey, uno de los convocantes de la conferencia en Oxford, dice
que hay desacuerdos entre los científicos sobre las posibilidades de la
extensión de la vida.
"Algunos creen que los nuevos avances nos permitirán dominar a nuestra
propia naturaleza y vivir cientos de años. Otros piensan que las mejoras en
las expectativas de vida serán progresivas".
Señala que la expectativa de vida ha aumentado considerablemente a lo
largo de la última década debido a que la salud, las condiciones sanitarias
y los estándares de vida han mejorado.
En 1901 los niños vivían hasta los 45 años, mientras que las niñas lo
hacían hasta los 49. En la actualidad una persona con 45 años se considera
joven. Para 2000 la expectativa de vida era de 75 y 80 años respectivamente.
"Si los descubrimientos médicos y científicos continúan, ¿por qué las
personas no podrían vivir más allá de 100 años?", se pregunta Healey.
Avances médicos
Mientras que la posibilidad de vivir 1000 años o incluso más puede
resultar todavía lejana -si llega alguna vez- Healey indica que ya se están
desarrollando alternativas para mejorar lo que la naturaleza nos ha dado.
"A través de la investigación de células madre se trata de encontrar
la manera de regenerar el tejido. Por ejemplo, un ratón al que se le
inyectan ciertas células puede regenerar su cola si la pierde. Habría que
imaginar esta tecnología en personas heridas o en quienes tienen corazones
débiles. Quizá ellos también podrían regenerar lo que necesitan".
"Hay implantes auditivos que ayudan a la gente a oír, los científicos
están desarrollando dispositivos que se conectan y permiten aprender idiomas
fácilmente, también hay pastillas que ayudan a mejorar la memoria", dijo
Healey.
Todos estos avances son intentos de extender y mejorar el período de
vida promedio.
En respuesta a los críticos que argumentan que las nuevas tecnologías
y los intentos de lograr que existan "mejores humanos" huele un poco a
"eugenesia", Healey dice que la mayoría de las cosas que se realizan ocurren
en un "marco claro y moral".
Algunos están preocupados por el énfasis en la extensión del período
de vida. Michael Fitzpatrick, escritor de la revista médica Lancet y autor
de la Tiranía de la salud, está a favor de los avances médicos y científicos
para mejorar la salud humana.
Pero añade que hay otras cosas en la vida aparte de prolongarla.
Sin marchitarse
La búsqueda de la longevidad lleva a la subordinación de la vida al
objetivo de retrasar la muerte. La calidad de vida capitula ante la búsqueda
de cantidad
Fitzpatrick indica que no sólo es el ala transhumanista de la ciencia
la que se interesa en la longevidad antes que en la calidad de vida, también
es lo que establecen los cánones de salud y belleza actuales.
"La búsqueda de una vida larga se evidencia en la preocupación por la
salud y por vivir sanamente".
"Tratando de obtener un par de años más podemos terminar viviendo en
el presente aburridos y con temor", agregó Fitzpatrick.
A su juicio la lucha por mejorar las condiciones del ser humano no
pueden reducirse a un tema científico o tecnológico únicamente, también debe
ser social.
"La pregunta clave no es por cuánto tiempo más podemos vivir, sino qué
es lo que podemos lograr y cómo la sociedad puede avanzar si vivimos vidas
más largas y más saludables".
Brendan O´Neill
BBC
http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=838195