Gerontología - Universidad Maimónides

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La gloria de 80 y pico

La memoria no es el pasado. Porque no es pasado ese abrazo, pura vida, mágica intensidad, que se están dando Marcos Ciani, talento de los autos en una edad dorada, y Roberto Gálvez, dueño de una apellido que acelera, hermano de Juan, hermano de Oscar, parte de una historia que puebla los caminos. O porque no es pasado ese otro abrazo del hóckey y de los tiempos que se regalan Aileen Gibson, quien recibe un premio por la gloria de haber jugado y por la gloria de sus dulces décadas, y Vanina Oneto, símbolo del deporte argentino, que le entrega ese premio. O no es pasado la figura siempre reivindicable de Gerardo Bonhoff, nombre cumbre del atletismo en el país, que detalla las horas en las que debía ir a comprarse los zapatos con clavos que calzaba para volar en las pistas, mientras Osvaldo Suárez, otro nombre entre los nombres, le pone una distinción y una justicia entre las manos. La memoria no es pasado porque ninguna de esas gentes es o puede ser pasado.

Ariel Scher
26.10.2006 | Clarin.com

Ciani, Gibson, Bonhoff, los futbolistas Juan Carlos Muñoz, Amadeo Carrizo y Francisco Varallo, el automovilista Froilán González, el golfista Roberto De Vicenzo, la atleta Noemí Simonetto, el basquetbolista Ricardo González, el rugbier Guillermo Ehrman, el boxeador Alfredo Prada y el tenista Enrique Morea son los receptores de los Premios Reconocimiento, con los que la escuela de periodismo DeporTea honra a grandes deportistas de "80 y pico" en una sucesión de maravillas que germina en Buenos Aires en el atardecer de un martes último y feliz. Están casi todos, convertidos en aplausos, vueltos conmociones, transformados en memorias fuertes, siendo mucho más que pasado.

Froilán González comparte el momento del premio con su nieto Agustín y con Norberto Fontana, otro experto en vértigos y en Fórmula 1. No hace falta que nadie los empuje para hablar de Arrecifes, su ciudad, una patria hecha de tuercas y de sueños. No hace falta, tampoco, aclarar que en cada cosa que dicen y se dicen acumulan dichas y anécdotas, pasado pero no sólo pasado.

"¿Pero usted me conoce?", le pregunta Juan Carlos Muñoz a Roberto Perfumo, con el mismo gesto de asombros que sabía arrancarle a las tribunas en su edad de wing derecho de La Máquina. Y Perfumo, crack en eso, le responde "somos los dos de Sarandí" y hasta le charla sobre los días en que "en Sarandí había guapos". Nadie de los testigos que se ríen y se emocionan con ese intercambio formula una pregunta que gira en el aire: ¿acaso es eso pasado?

En lo que significan esas gentes de 80 y pico, el deporte anuda épocas, afianza historias y rescata identidades. Eso es, en esencia, una memoria. Una herramienta para darle sentido al presente. Y una ruta que va rumbo al futuro.

http://www.clarin.com/diario/2006/10/26/deportes/d-06310.htm