Gerontología - Universidad Maimónides

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Un tercio de las mujeres puede morir de un infarto

Ellas conocen los riesgos y los síntomas, pero erróneamente piensan que las enfermedades cardiovasculares son propias de los hombres. Las argentinas están seguras de que la principal causa de muerte entre ellas es el cáncer, sobre todo el de mama. “Una cuestión cultural”.

La Gaceta
25.10.2006

El dato se desprende de la primera encuesta sobre factores de riesgo y enfermedad cardíaca realizada entre mujeres argentinas: ellas consideran -equivocadamente- que la principal causa de muerte en la mujer es el cáncer en general, y el cáncer de mama en particular. Conocen los riesgos y los síntomas de las patologías coronarias, pero no aplican los conocimientos al momento de la prevención.
No es menor si se toma en cuenta que una de cada tres mujeres argentinas tiene riesgo de muerte a causa de la afección.
La encuesta telefónica se denominó “Reconocimiento de la enfermedad cardíaca en la mujer por la mujer”, y consultó, desde el 8 de marzo pasado, a unas 600 mujeres entre los 20 y los 70 años en la ciudad de Buenos Aires y en el Conurbano bonaerense. Las entrevistas fueron anónimas y solamente telefónicas.

Dolencias que matan
Durante unos 10 minutos se les preguntó a las mujeres si conocían su presión arterial, si sabían si eran diabéticas o no, si tomaban medicamentos para eso, si les habían explicado alguna vez cuáles son los riesgos de la enfermedad cardiovascular y si sus médicos las aconsejaban sobre la necesidad de controles, entre otras cuestiones. De acuerdo con los resultados arrojados por el estudio, las entrevistadas consideran equivocadamente que la principal causa de muerte en la mujer es el cáncer en general (34,8%) -sobre todo el de de mama- (20%); y luego están las enfermedades cardiovasculares (16,5%).
Hoy se sabe, según datos de todas las sociedades científicas-cardiológicas del mundo occidental, que la enfermedad cardiovascular constituye la causa número uno de muerte en la mujer, muy por encima del cáncer en general. Cada año se estima que más de 8 millones de mujeres mueren a nivel mundial como consecuencia de una enfermedad cardiovascular. La cifra es casi ocho veces mayor que la correspondiente al cáncer de mama y seis veces superior a las muertes relacionadas con el HIV/sida.

Problemas de salud
Por otra parte, en relación con cuál es el principal problema de salud que enfrentan hoy las mujeres, las respuestas arrojaron que el cáncer de mama ocupa el primer lugar, seguido por el estrés, el cáncer en general y recién en el cuarto lugar la enfermedad cardiovascular.
“La mujer conoce los riesgos de enfermedad coronaria; cuando se le pregunta sobre los síntomas de enfermedad cardiovascular también los identifica perfectamente, la mayoría los enumera muy bien, reconoce un infarto; pero cuando tiene que aplicarlos en ella misma y pensar que tiene un problema coronario cardiovascular es cuando hace una especie de negación”, sostuvo la secretaria del Consejo Directivo de la Fundación Cardiológica Argentina, Ana Salvati.
Tanto los resultados de esta encuesta, como los obtenidos por otra realizada recientemente también entre mujeres mayores de edad de otros países de la región (Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Perú y Venezuela) advirtieron que las mujeres les temen mucho más al cáncer de mama y a otros tipos de cáncer y no tanto a las enfermedades del corazón.
“En general esta situación se da por una cuestión cultural, porque históricamente se ha dicho que las mujeres no tenían problemas de corazón ni enfermedades coronarias, que eran patologías de hombres”, cree Salvati. “Si nos remontamos a la historia es cierto –se objeta–, porque la mujer hasta la menopausia tiene una protección hormonal que hace que con los mismos factores de riesgo –cigarrillo, diabetes, colesterol alto, sedentarismo, hipertensión– se vea menos afectada”.
Pero aclaró: “históricamente la gente vivía menos y la mujer luego de la menopausia, pocos años después moría. En cambio ahora la expectativa de vida creció muchísimo, las mujeres viven casi 80 años, con lo cual pasan 30 años de su vida en la posmenopausia, tienen todos esos años para desarrollar la enfermedad coronaria y tener la expresión clínica de esta –el infarto, la angina de pecho, la insuficiencia cardíaca– todas cuestiones que antes, por el tiempo de vida de la mujer, no llegaban a ocurrir”.

Para no minimizar
Las mujeres más jóvenes consideran muy poco probable la posibilidad de enfermar del corazón y su gran preocupación es el cáncer, particularmente el de mama. Cuanto más joven es la mujer más tendencia hay hacia ese foco de preocupación. Pero a medida que pasan los años, eso cambia.

Desconocen su presión
Ana Salvati apunta a que las mujeres consideren su salud cardiovascular con la misma adherencia que ha logrado la prevención ginecológica. En este sentido, Salvati manifestó: “muchísimas mujeres a los 30 o 35 años no conocen cuál es su presión arterial, su nivel de colesterol o si son diabéticas o no”. Esto, a su entender, significa que no se han hecho las campañas necesarias para concientizar a la mujer de que si ella hace un control clínico regular puede prevenir la enfermedad.
Frente a una mujer con dolor de pecho, se piensa en la “angustia” antes que en la eventualidad de un problema coronario. Es que el médico también debe estar atento a la posibilidad de que la mujer sufra eventos coronarios, porque suele ocurrir, según Salvati, que también a él le cuesta pensar en un problema coronario.
La especialista recordó que todos los estudios demuestran que las mujeres llegan más tarde a la consulta con dolor de pecho, porque no lo jerarquizan. “Juega el instinto maternal: hay mujeres que no quieren dejar a los chicos solos o las abuelas que cuidan a los nietos y no se toman el tiempo para hacerse un chequeo. No se asume que esto es urgente e importante.”

Medidas preventivas
De acuerdo con lo expresado por Salvati, la encuesta servirá para proyectar futuras campañas de difusión masiva sobre los riesgos.
En esta línea, aseguró: “la idea es empezar campañas dirigidas a la población adulta, a las mujeres entrando en la menopausia, porque es el grupo en situación de riesgo; pero también en las escuelas para explicarles a las chicas que a ellas les pueden ocurrir estas cosas en la edad adulta y que si de niñas se cuidan, comen sano y hacen deporte, en el futuro no sufrirán males coronarios”, concluyó.