Gerontología - Universidad Maimónides

« Un tercio de las mujeres puede morir de un infarto | Página Principal | El diseño al servicio de necesidades sociales »

Basta un sobrepeso moderado para tener riesgos metabólicos

No hace falta tener un gran exceso de peso para que empiecen a actuar los factores de riesgo metabólico que conducen a la diabetes, las cardiopatías y la hipertensión. Incluso antes de llegar al límite del índice de masa corporal (IMC=peso sobre altura al cuadrado) considerado saludable, el riesgo de cardiopatías, hipertensión y diabetes tipo II comienzan a aumentar.

La Nación
25.10.06

"Hay pacientes que subieron diez kilos y ya presentan intolerancia a la glucosa", dice la doctora Mónica Katz, directora de la carrera de Nutrición de la Universidad Favaloro.

El principal culpable de todo esto, según confirman repetidamente los estudios, es un tejido con nombre y apellido: el órgano adiposo; es decir, las células de grasa -en especial, las ubicadas en la región abdominal, entre las vísceras- que liberan sustancias nocivas para el organismo.

Esto explica que los médicos estén "al borde del ataque de nervios" por la epidemia de obesidad abdominal que se está registrando en todo el mundo. En la Argentina, según la Encuesta Nacional de Nutrición, casi el 50% de las mujeres de 40 a 49 años tiene sobrepeso u obesidad, y entre el 45 y el 55% tiene un contorno de cintura de más de 90 cm.

El nexo entre obesidad y trastornos metabólicos es tan directo que una circunferencia de cintura de más de 88 cm en las mujeres y de más de 102 cm en los hombres es un poderoso predictor de síndrome metabólico, un cúmulo de factores de riesgo que incluye hipertensión (130/85 o más), intolerancia a la glucosa (110 o más), dislipidemias (triglicéridos altos y HDL o colesterol "bueno" bajo) y proteína C reactiva elevada en la sangre (estado proinflamatorio). Entre otras cosas, esta condición aumenta 5 veces el riesgo cardíaco.

"Nuestro organismo es maravilloso: aunque comemos toneladas de grasa a lo largo de la vida, en general lo máximo que engordamos son siete u ocho kilos. El problema fundamental es que esos kilos, según dónde se ubican, bastan para ponernos en riesgo. Un IMC superior a 27 alcanza para tener un compromiso cardiovascular temprano. Es un descubrimiento de los últimos años", coincide el doctor León Litwak, subdirector de la carrera de médico endocrinólogo de la Facultad de Medicina de la UBA y uno de los investigadores que condujeron los estudios clínicos locales del rimonabant.

Link corto: http://www.lanacion.com.ar/852362