Gerontología - Universidad Maimónides

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El boom de los bisabuelos

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Gracias al aumento de la expectativa de vida, en EE.UU. se estima que más del 70 % de los chicos de ocho años tendrá, en 2030, un bisabuelo vivo

La Nación Enfoques
Domingo 5 de Noviembre de 2006

NUEVA YORK .- Amy Altman nunca conoció a la bisabuela por la que le pusieron su nombre. Murió antes de que Altman naciera. Y si bien su madre le transmitió sus recuerdos de la matriarca familiar, Altman, de 28 años, nunca forjó la relación singular que resulta de conocer a alguien de primera mano.

Pero la historia en este caso no se repetirá. El hijo de Altman, Benjamín, de cinco meses, aprenderá las tradiciones, la cultura y las comidas de la familia no a través de álbumes de fotos y recetas reunidas informalmente, sino de boca de sus cuatro bisabuelos, que siguen vivos y que ya lo han mecido en sus brazos.

"En las fiestas, cada año, hacemos el budín de fideos de mi abuela", dijo Altman, que trabaja en el comercio electrónico en Los Angeles y piensa visitar a los bisabuelos del niño, de entre 74 y 98 años, en Florida y New York varias veces al año. "Creo que va a ser maravilloso que llegue a conocer a la bisabuela de quien viene la receta del budín de fideos".

Siempre ha habido bisabuelos. Pero debido a que los estadounidenses viven más y con mejor salud ahora que en generaciones anteriores, los demógrafos dicen que hoy es más probable que la gente tenga al menos un bisabuelo vivo y por más tiempo.

Kenneth Wachter, presidente del departamento de demografía de la Universidad de California, en Berkeley, estimó que, para 2030, más del 70 por ciento de los niños de 8 años probablemente tenga un bisabuelo vivo. Es un fenómeno al que Kevin Kinsella, el jefe de la rama de Estudios de Envejecimiento de la Oficina del Censo de Estados Unidos, se refiere como el boom de los bisabuelos.

"Sabemos que vivimos mucho más que antes", dijo Kinsella. "Parece lógico que, si la gente vive hasta bien entrados los noventa ahora, y hay también centenarios, mucha gente va a ser bisabuela". Pero nadie parece estar llevando la cuenta de los bisabuelos. Ni la Oficina del Censo, ni el Instituto Nacional del Envejecimiento, ni la AARP. Kinsella dijo que la Oficina del Censo ni siquiera sabe cuántos abuelos hay, no se hable ya de bisabuelos.

Merril Silverstein, profesor de gerontología y sociología de la Universidad del Sur de California, dijo que sólo existen vagas estimaciones. "Quizá sea algo que no sabemos", dijo.

Los "más de cien"

Sin estudios oficiales, los investigadores han tenido que extrapolar las cifras examinando tendencias de longevidad, fertilidad, y divorcio y segundos matrimonios. Pero el principal indicador de que hay muchos más bisabuelos es el aumento de la población de edad muy avanzada. Dado que la expectativa de vida se aproxima a los 78 años, hay tanta gente mayor de 65 que, en los últimos años, la oficina del Censo creó una categoría de edad de "más de 100", dijo Kinsella. En 2000, había más de 50.000 centenarios, un aumento del 35 por ciento respecto de 1990, y la oficina del Censo estima que el total superará 580.000 para 2040.

No importa cuál sea el número de bisabuelos, los demógrafos concuerdan en que los árboles genealógicos estadounidenses se asemejan hoy en día, a menudo, a una enredadera delgada (porque en cada generación hay menos niños) y larga (porque hay más generaciones con vida).

"Yo me siento muy joven", afirmó Columbia Barbara Allen, de 82 años, una bisabuela que hace pesas dos a tres veces por semana en un gimnasio, toma clases de pintura con acuarela y cocina el almuerzo casi todos los días para su hija y su nieta, que viven cerca. Ella y su marido Alfred, también de 82, viven en Utica, estado de Nueva York, y a menudo salen de picnic y van al cine y a muestras de autos con sus dos bisnietos, Ava, de 3, y Christian, de 9. "Viajamos mucho juntos", dijo Allen. "Es una compañía maravillosa.

William Frey, demógrafo de la Brookings Institution, de Washington, dijo que la proliferación de bisabuelos es "una tendencia que probablemente continúe", aunque algunos factores le hacen contrapeso, como el hecho de que la gente se case y tenga hijos a edades más avanzadas.

Las mujeres que postergan la maternidad tienden a tener nivel de educación más alto y mejores carreras y se cuidan más, señaló Deborah Carr, profesora adjunta de sociología de la University of Wisconsin-Madison y de la Universidad de Rutgers. "Estos son factores que les permitirán vivir hasta los 80 o 90 años", dijo. La Oficina del Censo concuerda al informar, en un estudio de 2005 titulado "65 y más en los Estados Unidos", que existe una fuerte correlación entre la educación y la salud. Las familias multigeneracionales son un fenómeno tan nuevo que nadie tiene en claro cuál debe ser el rol de un bisabuelo en la familia. "Es un rol ambiguo", dijo el doctor Silverstein, que explicó que, como bisabuelo, uno está más separado en edad del resto de la familia y, potencialmente, puede sentirse perplejo en relación con su nivel de autoridad. Y si uno es bisabuelastro, eso puede complicar las cosas más aún. "Confunde bastante", dijo.

Al describir un estudio publicado en 2004 por el Andrews Gerontology Center de la universidad del Sur de California, Silverstein dijo que se le preguntó a unos 200 bisabuelos qué pensaban de sí mismos como padres, abuelos y bisabuelos. Lo que descubrieron los investigadores, indicó, es que "hay una reducción ordenada de la importancia de cada rol".

"Estamos comprometidos más con las generaciones que nos son más cercanas", dijo. Aun así, hay bisabuelos que consideran que contarse entre las personas de mayor edad de la sociedad les da un tiempo libre que no tenían cuando eran abuelos. Y es tiempo que quieren dedicar a sus bisnietos.

"No hay ningún apuro por nada", observó Ruth Gerard, de 75 años, residente de Supply, en Carolina del Norte, que no sólo trabajaba cuando era abuela sino que también ayudaba en el cuidado de sus nietos.

Vínculo más fuerte

Pero al vivir en forma independiente, los bisabuelos no conviven necesariamente con sus bisnietos. Sólo hay 78.000 hogares que albergan a cuatro generaciones, según la Oficina del Censo, que compiló esa cifra por primera vez en 2001.

"Lamentamos no vivir más cerca", dijo Gerard, cuyos bisnietos viven en Nueva York. "Extrañamos no poder ser una parte cotidiana de sus vidas como sucedió con nuestros nietos".

Pero si los bisnietos están en contacto regular con sus bisabuelos, aunque no vivan cerca o con ellos, pueden criarse con actitudes más positivas hacia la gente mayor y una mayor sensación de vínculo con sus familias y sus tradiciones culturales, dijo Carr, que ha estudiado la sociología del envejecimiento.

Cuando se le preguntó a Shira Moskowitz, de 13 años, si había aprendido algo de su bisabuela Diane Kaufman, que murió hace diez años, contestó: "Que la familia es realmente importante".

Shira también recuerda cosas más mundanas, como ser la manera en que la Nana Diane jugaba con su pelo y cómo pasaban tardes haciendo sándwiches con sardinas y galletas. "Ni siquiera sé como se llamaban esas galletas. Yo las llamaba las galletas de la Nana", dijo Shira. "No las volví a comer desde que falleció".

Al igual que muchos niños que pasan tiempo con sus bisabuelos, el hermano de Shira, Ari, de 10, parece muy conciente de su significado y demuestra un nivel de respeto no infantil. "Nunca me molestaría con él", dijo Ari, que tenía una relación estrecha con el marido de Nana Diane, el doctor Justus Kaufman (al que le decía Pop Pop Justus), que murió hace dos años. "Uno ni pensaba en discutir con él. Con mi papá sí".

Por Stephanie Rosenboom

Traducción: Gabriel Zadunaisky

LA NACION y The New York Times

http://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/suplementos/enfoques/nota.asp?nota_id=855771