Las personas viven más puesto que la medicina actual prolonga la vida. Hoy en día, un ejecutivo de 65 años no sólo tiene la lucidez mental para encarar el día a día en escenarios más competitivos, sino que también tiene la experiencia para poder sortear casi todos los tipos de problemas. Excepto uno. El propio deterioro de la capacidad mental.
Por Lucía Muñiz
Revista Mercado
Entre las numerosas ramas de la ciencia, la neurología cognitiva es aquella que se ocupa de cómo “conoce” el cerebro, un órgano que apenas pesa entre unos 1.300 y 1.400 gr como promedio. El cerebro está conformado por casi 100.000 millones de células nerviosas y 1.000 billones (millones de millones) de sinapsis (uniones entre neuronas). Cómo nos relacionamos con el mundo o cómo resolvemos problemas son algunas de las tareas que debe resolver esta complicada y maravillosa estructura. Y sin posibilidad de unas merecidas vacaciones.
Derivada originalmente de la neurología, la “neurología cognitiva” es una nueva especialidad que une la psiquiatría y la neurología. Su principal objeto de estudio es el cerebro y más específicamente su manera de conocer, aprender y su evolución natural a través del tiempo de vida de un individuo normal. También se ocupa de las patologías como la enfermedad de Alzheimer.
Hasta hace no mucho tiempo, el cerebro era una gran caja negra, por lo cual sólo se podía estudiar sus inputs y sus outputs. Muchos investigadores, ahora, con ayuda de aparatología de última generación, realizan estudios en la Argentina que permiten entender cómo funciona el cerebro y cuáles son los cambios que experimenta a lo largo de nuestra vida. Porque de la misma manera que el cuerpo va cambiando, el cerebro va experimentando cambios y esos cambios pueden ser influidos por agentes nocivos que producen deterioro de las funciones cognitivas.
Los años no vienen solos
Pérdida de memoria de corto plazo, repetir cosas que uno ya ha dicho en una reunión de negocios, y otros signos y síntomas comienzan a preocupar a los hombres y mujeres que hacen de su capacidad intelectual un valor que no están dispuestos a perder. Que los años no vienen solos, es una vieja frase que nos repetían abuelos y abuelas en una especie de resignación frente a la pérdida de la memoria de corto plazo.
Para un ejecutivo de alta gerencia acostumbrado a recordar cierta cantidad de números y hechos necesarios para su trabajo, la pérdida de la memoria puede ser un hecho negativo y altamente estresante. “Me estoy poniendo viejo; en un par de años ya no voy a poder con este trabajo”, me comentó un amigo no hace poco.
Para tener en cuenta
Pero no todas son malas noticias para aquellos que pasaron los 40. Los especialistas comienzan a establecer pautas para una efectiva prevención de un posible deterioro de sus capacidades mentales. Lo importante, como toda prevención, es la continuidad en el tiempo. Y si del cerebro se trata, recuerde que es su activo más importante. ¿Por qué no considerar algunos cambios de hábitos o un plan de ejercicios para este nuevo “gym mental”? Un ejemplo claro es la memoria. La memoria reciente es la que se afecta con el paso del tiempo y está demostrado que las personas de mayor edad usan menos estrategias para aprender nueva información que las más jóvenes.
Según uno de los especialistas argentinos de reconocimiento mundial, el Dr. Facundo Manes, director del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro y director del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), “La ultima novedad publicada en la revista Jama en diciembre del 2006 nos muestra claramente que la estimulación cognitiva –aun realizada por un período de tiempo breve– impacta positivamente en las funciones cognitivas a largo plazo. Este trabajo refuerza la creciente evidencia de que los ejercicios mentales son importantes para mantener la mente en forma. De todas maneras es importante señalar –y que la gente comprenda– que para mantener la mente en forma, la estimulación cognitiva es clave pero no lo único que uno debe realizar”.
Algunos consejos para la prevención
He aquí algunos de los consejos que Manes puntualiza:
• A partir de los 50 años, hay que controlar periódicamente las habilidades mentales (memoria, atención, planificación, etc.) realizando una evaluación sistemática de las mismas.
• Llevar un estilo de vida sano sin abusar del alcohol y el tabaco.
• Realizar ejercicio físico periódicamente.
• Evitar situaciones de estrés emocional y mantener una vida relajada que permita disfrutar de las actividades de ocio.
• Mantener una amplia gama de intereses y hobbies.
• Mantener una vida socialmente activa.
• Intercambiar momentos y opiniones con personas de menor edad.
• Realizar periódicamente ejercicios para mantener su mente activa.
Por ejemplo, para aprender nueva información, se dispone al menos de siete métodos:
- De agrupación de información.
- Técnicas multisensoriales.
- Asociación de imágenes mentales.
- Método de la historia.
- Método PRRO.
- Método de creación de slides.
- Métodos para recordar nombres propios.
Por último, y no por menos importante, hay que consultar al médico. Si aún no tiene preocupación alguna por el tema le recomendamos que incorpore a sus hábitos el gym mental, como un mecanismo de prevención.
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