Los videojuegos conquistan otro mundo: el de los jubilados
CHATAWA (The New York Times).– Durante 133 años, las hermanas de Notre Dame han vivido aquí, en un bosque frondoso arriba de una colina y cerca del río Tangipahoa. En un área modesta, pero majestuosa llamada Santa María de los Pinos, 52 hermanas jubiladas de esta orden católica romana pasan mucho tiempo, como lo hacían los miembros de la orden en el siglo XIX: leen, hacen jardinería, pescan y cosen. Rezan cinco veces por día.
La Nación
Lunes 23 de Abril de 2007
Pero muchas también tienen un pasatiempo nuevo, uno que mantiene sus manos firmes y sus mentes despiertas: se dedican a los videojuegos. Todos los días van a Computer cove, un cibercafé con siete computadoras, para cliquear furiosamente en juegos coloridos, no violentos y relativamente simples con nombres como Bejeweled, Bookworm y Chuzzle.
Aunque viven en una zona remota, las mujeres de Santa María integran una vasta y creciente comunidad de baby boomers y sus padres entusiasmados con los videojuegos. Preocupados por el costo mental que supone el envejecimiento, la gente mayor se acerca a estos juegos con la confianza puesta en que, trabajando el pensamiento rápido, se estimulará la actividad cerebral. Así, están usando recreaciones digitales de bowling, tenis y golf.
Animados por la popularidad del Nintendo entre los mayores, la Erickson Retirement Communities –empresa con base en Baltimore, dedicada al alojamiento de gente mayor, que dirige 18 campus en todo el país, con un total de 19.000 residentes– está instalando consolas de este juego por acá y por allá, en cada campus. En tanto, en PopCap Games, la empresa de Seattle que fabrica la diversión para la gente de Santa María, todavía siguen asombrados por los resultados de una investigación del año último: el 71 por ciento de sus jugadores son mayores de 40 años, el 47 por ciento son mayores de 50, y el 76 por ciento de los jugadores de productos de PopCap son mujeres.
"La generación de los baby boomers y otra gente aún mayor son, definitivamente, los jugadores que más están creciendo demográficamente, y esto se debe a que el factor miedo está desapareciendo", explica Beatrice Spaine, directora de marketing de Pogo.com, sitio Web que ofrece juegos poco complicados.
La hermana Marie Richard Eckerle, de 72 años, la que introdujo los juegos en Santa María, sonríe y cuenta: "Escucho siempre lo mismo, cada vez que las hermanas se encuentran con la computadora: ¡No puedo hacerlo! ¡No puedo hacerlo! ¡No puedo hacerlo! Y enseguida ven que sí pueden. Y de hecho les gusta".
Por su parte, Dick Norwood, de 61 años, un empresario semirretirado que vive en una comunidad para mayores de 55 años en Crest Hill, Illinois, logró crear una liga senior de jugadores de Wii, es decir, bowling digital. Ahora, 9 parejas se encuentran para jugar todos los jueves. "En el pasado –reconoce–, probablemente yo hubiera dicho que los videojuegos eran cosa de chicos. Pero debo decir que, a nuestra edad, cuando uno juega al bowling realmente se despierta al otro día con dolores. Esas bolas no son nada livianas."
Seth Schiesel
http://www.lanacion.com.ar/entretenimientos/nota.asp?nota_id=902804
LA NACION | 23.04.2007 | Página 10 | Espectáculos