Si una sociedad puede verse a futuro por el trato que les brinda a las nuevas generaciones con relación a la educación, el aprendizaje, el acceso a la cultura y al mercado del trabajo, sin duda se muestra cómo es y qué prioridades maneja en el presente por la forma en que considera a quienes transitan el tiempo otoñal del retiro.

Y en la Argentina resulta por demás notorio que el sector de jubilados y pensionados sufre un maltrato que quiebra el contrato de solidaridad intrageneracional y es responsabilidad estándar de todos los gobiernos. En todo el mundo el tema provisional preocupa a políticos y economistas. Es cada vez más complejo para los estados financiar retiros y pensiones ante la expectativa de vida que crece y la proporción entre trabajadores activos y pasivos, que se invierte progresivamente y hace que los recursos compensatorios no alcancen.

En el país se suma a eso el empleo en negro, de retroceso lento, que sigue en el orden del 40% de la fuerza laboral: un claro déficit para alimentar jubilaciones futuras. Mientras pelea por el campo por ver quién tiene el acto más grande, y urgido por pronunciamientos de jueces y de la propia Corte, el Gobierno explora en estas horas fórmulas para reparar la situación.

Se espera muy pronto un anuncio sobre la movilidad del haber y otras mejoras. Hacen falta: sobre más de cinco millones de jubilados y pensionados, 70% cobra al mes $ 690 cuando los salarios en actividad promedian los $ 2.000.

http://www.clarin.com/diario/2008/07/14/opinion/o-01714803.htm