Gerontología - Universidad Maimónides

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“Aun en personas con deterioro cognitivo hay mucho para hacer”

Qué hacer con los problemas físicos y mentales que sobrevienen con la edad es uno de los grandes asuntos que deberá encarar la humanidad en las próximas décadas. Por eso, los geriátricos deberían dejar de ser lugares en los que predomine la inactividad. En San Miguel, un hogar muestra desde hace casi siete décadas cuál es el camino a seguir.

Preservar la autonomía de los adultos mayores, aun cuando están institucionalizados, es el mayor desafío que enfrentan hoy médicos y especialistas en gerontología ante el aumento de la esperanza de vida de la población y el avance de enfermedades que producen deterioro intelectual y cognitivo, como el mal de Alzheimer.

Según la ONU, en 2050 las personas mayores de 60 años representarán el 32% de la población mundial y superarán por primera vez en la historia el número de niños. Este crecimiento demográfico que protagonizan los adultos mayores obliga a reflexionar sobre las formas en que se les brinda tratamiento y atención para mejorar su calidad de vida y respetar al máximo sus derechos.

“Se trata de conservar la capacidad del sujeto para decidir, aun en estados avanzados de una enfermedad, y adecuar los planes terapéuticos de acuerdo a las posibilidades de cada paciente”, sostuvo Moisés Schapira, director médico del Hogar Hirsch, un centro de atención integral para adultos mayores que funciona desde hace 68 años en la localidad de San Miguel.

Fundado por la Asociación Filantrópica Israelita (AFI), la institución cuenta con 250 profesionales que brindan asistencia a 145 abuelos cuya edad promedio es 87 años.

“Uno de los problemas que suceden habitualmente con la edad es el aislamiento, la pérdida de motivación para seguir generando proyectos. El objetivo es estimularlos para encontrar esa motivación, que el residente siga siendo el dueño y rector de su vida”, agregó Schapira.

En marcha. A través de talleres de lectura y memoria, gimnasia, grupos de juego y trabajo con plantas y estimulación musical y auditiva los especialistas tratan de potenciar las experiencias y habilidades propias de los abuelos, con la consigna de que el desarrollo personal y social no termina en los últimos años de la vida adulta.

Un ejemplo de eso es Ruth Deutsch, quien con 84 años coordina la elaboración y venta de dulces caseros y manualidades en el hogar. Fue elegida reina de la belleza. Otra de las opciones es el taller de computación, uno de los preferidos de Juan Breithbarth, de 82 años, quien diariamente lee los periódicos en Internet y chequea sus mails y los de sus compañeros.

“Todas las actividades son voluntarias, se le propone al paciente si quiere participar. Estar en una vida institucional no significa que esa institución decida por el paciente; se le estimula y se le plantean alternativas pero es el residente el que decide. Lo más importante en geriatría es la estimulación para conservar la capacidad remanente. Aun en personas con mucho deterioro cognitivo, siempre hay cosas que se pueden hacer”, explicó Schapira. El hogar cuenta además con un centro de rehabilitación abierto a toda la comunidad y un programa de contención y apoyo para familiares y cuidadores. “Queremos convertirnos en un lugar de referencia para la investigación y tratamiento de las problemáticas de los adultos mayores”, concluyó Claudio Fraenkel, director del centro.

http://www.conicet.gov.ar/NOTICIAS/portal/noticia.php?n=3374&t=3

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