Un estudio mostró que al sumar horas de sueño se reducen los riesgos de calcificar las arterias. La tensión arterial baja en el descanso nocturno.
Cuantas menos horas duerme una persona, mayor es el riesgo de que sufra un infarto en el futuro, según revela un estudio de la Universidad de Chicago (EE.UU.) presentado esta semana en la revista médica JAMA.
El estudio precisa por cada hora de más de sueño al día el riesgo de calcificación en las arterias coronarias se reduce un 33%.
Los autores de la investigación no saben si tras esta correlación estadística se esconde una relación de causa-efecto. Es decir, no saben si es el hecho de dormir poco lo que desencadena trastornos cardiovasculares, por ejemplo, dado que la tensión arterial se reduce durante el sueño, podría ser que dormir poco elevara la tensió. O bien, si la falta de sueño y el riesgo cardiovascular son consecuencias independientes de alguna otra causa, como por ejemplo el estrés agudo, que puede provocar por un lado dificultades para dormir y por otro la secreción de hormonas perjudiciales para las arterias.
Con los datos disponibles por ahora, "no tiene sentido hacer recomendaciones a la población" sobre cuántas horas conviene dormir, ha declarado Diane Lauderdale, directora del estudio, al diario The New York Times.
Pero el déficit de sueño y las enfermedades cardiovasculares son fenómenos lo bastante extendidos para investigar más a fondo qué relación hay entre ellos, afirman los investigadores.
Estudios anteriores han observado que hay una relación estadística entre el número de horas que una persona duerme al día y algunos factores de riesgo cardiovascular, como la intolerancia a la glucosa, los niveles de colesterol o la edad.
Pero estos estudios tenían dos limitaciones; se basaban en mediciones subjetivas de las horas de sueño (que no suelen corresponder con las horas de sueño real); y no examinaban el estado de las arterias coronarias (son las arterias que irrigan el músculo cardíaco y que, cuando se ocluyen, originan infartos de miocardio).
Para superar estas limitaciones, los investigadores de la Universidad de Chicago han medido las horas de sueño en un grupo de 495 voluntarios mediante un dispositivo que llevaban en las muñecas a modo de pulseras. Y les han examinado la calcificación de las arterias coronarias con la técnica de tomografía computarizada. La calcificación (o acumulación de placas de calcio en las paredes de las arterias) predice el riesgo de que una persona sufra un infarto de miocardio en el futuro.
Los voluntarios tenían al iniciarse el estudio una media de edad de 40 años y ninguno de ellos tenía placas de calcio detectables en las coronarias. Cinco años más tarde, el 12,3% presentaba calcificación en dichas arterias.
Este porcentaje variaba según el número de horas que una persona dormía al día. Entre quienes dormían más de siete horas, sólo un 6% tenía acumulaciones de calcio detectables. Pero entre quienes dormían menos de cinco horas, el porcentaje se elevaba al 27%. En conjunto, cada hora de más de sueño al día representaba una reducción de riesgo del 33%. Esta cifra, apuntan los investigadores, supone un beneficio equivalente a una reducción de 16,5 milímetros de mercurio en la tensión arterial máxima.
http://www.clarin.com/diario/2008/12/26/um/m-01828895.htm