El problema de una sociedad con cada vez más ancianos y cada vez menos personas laboralmente activas ha sido diagnosticado hace tiempo. Como parte de la solución, la Comisión Europea recomienda elevar paulatinamente la edad de jubilación a 70 años, hasta 2060. Se pretende que la gente viva de su pensión a lo sumo un tercio de la edad adulta.

Una vida laboral más prolongada es también una meta oficial de la estrategia económica y social de la Unión Europea para 2020. El presidente de la Comisión de Bruselas, José Manuel Durao Barroso, ha planteado cifras concretas: “el 75% de la población comunitaria de entre 18 y 64 años ha de trabajar”. Se trata de un objetivo para el año 2020. Por el momento, la realidad dista mucho de eso. El ciudadano promedio de la Unión Europea se jubila actualmente con poco más de 60 años, considerablemente menos que en muchas otras partes del mundo.

El remezón griego

El tema saltó realmente al primer plano en casi toda la UE con la crisis financiera griega. Súbitamente se comenzaron a comparar cifras entre países. El ministro de Finanzas sueco, Anders Borg, reaccionó en mayo con cierta indignación al conocerse los privilegios que tenían los funcionarios públicos de Grecia en la materia. “Está claro que nuestros contribuyentes no están dispuestos a pagar por los griegos, que jubilan a su gente con 40 o 50 años de edad”.

Pero el panorama tampoco se ve mucho mejor en Francia. En la actualidad, el francés promedio se despide con menos de 59 años de la vida laboral. El presidente Nicolás Sarkozy se propone elevar la edad oficial de jubilación de 60 a 62 años y ha dado prioridad a tal reforma. Sin embargo, Francia sigue distante de la situación imperante en Alemania, donde se está aumentando paso a paso la edad de jubilación de los actuales 65 años a 67. También España se ha trazado metas similares. E igualmente el nuevo gobierno británico planea incrementar la edad de jubilación, sobre todo para las mujeres, que dentro de un tiempo habrían de trabajar hasta los 65, al igual que los hombres.

Jubilación precoz en el este de Europa

Los problemas abundan también en los países del este de la Unión Europea. Hace ya tres años, un funcionario del Banco Mundial advirtió que la edad de jubilación era allí muy baja en comparación con el resto de Europa, aunque las expectativas de vida no difieren significativamente.

En el marco de la discusión sobre la necesidad de coordinar mejor las políticas económicas y financieras dentro de la eurozona, el jefe de la bancada del Partido Popular en el Parlamento Europeo, Joseph Daul, se preguntó si es correcto que cada país determine independientemente la edad de jubilación, con las consecuencias que eso implica para las arcas fiscales. Pero, aunque muchos países de la UE se aprestan ahora a acometer el problema, no se puede hablar de una verdadera voluntad de homologar las normas en la materia.

Autor: Christoph Hasselbach/ Emilia Rojas
Editor: Pablo Kummetz

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