Los valores morales se están perdiendo a nivel mundial
¿Dónde los compramos? ¿Quiénes nos brindaron "Honestidad", "Lealtad", "Decencia", "Honor", "Dignidad", "Libertad"? ¿Quiénes nos enseñaron con su ejemplo vivo, todos esos valores?
www.noticias.com
Humberto Trujillo Contreras
Actualizada: 12/01/2006
Cada vez que compramos o vendemos, incluimos todos los valores económicos que manejamos en nuestra actividad. Pero, inconscientemente, también implicamos nuestros valores morales, que son, en definitiva, los que le dan el verdadero "color" a nuestra transacción al exponernos tal como somos.
Rebobinemos un poco y repasemos nuestra historia. Vemos a los profesores de la Facultad y de la Secundaria. Más atrás, a las maestras y maestros de la primaria, a personas a veces desconocidas que un día se cruzaron en nuestra vida y nos explicaron -aún en mínima medida- cada una de esas virtudes morales que reclamamos.
Pero siguiendo aún más atrás, nos encontramos con los grandes maestros de la vida: NUESTROS PADRES. Quienes cotidianamente, y a veces sin decirnos palabra, fueron trasfiriéndonos una por una esas virtudes morales, que a diario mostramos en las facetas de nuestro quehacer.
NUESTROS PADRES aún no teniendo nada, nos pudieron dar todo. Nos enseñaron que hay que ser honrados aunque nos duela. Que nuestro Honor y Dignidad es el mayor patrimonio al que podemos aspirar. Que la Lealtad es la mayor ofrenda que podemos brindar a nuestros amigos. Que la Libertad es la aventura más maravillosa que podemos emprender.
Pero no vivimos aislados, formamos parte de una comunidad, de una realidad polifacética en este grandioso país. El mundo está intentando salir de una de las peores crisis de valores morales de su historia. Exijamos a nuestros gobernantes, a todos los funcionarios públicos, de cualquier orden y condición, a todas las mujeres y hombres, que saquen a flote y pongan en práctica los valores morales que poseen, que recibieron de sus padres y maestros.
Mostremos con orgullo en nuestro quehacer diario los que poseemos, no sólo por nuestra satisfacción, sino como ejemplo a dar a nuestros hijos y a las próximas generaciones.
Los Valores Morales
Son aquellos valores que perfeccionan al hombre en lo más íntimamente humano, haciéndolo más humano, con mayor calidad como persona.
Los valores morales surgen primordialmente en el individuo por influjo y en el seno de la familia y son valores como: el respeto, la tolerancia, la honestidad, la lealtad, el trabajo, la responsabilidad, etc.
Para que se de esta transmisión de valores son de vital importancia la calidad de las relaciones con las personas significativas en su vida, sus padres, hermanos, parientes y posteriormente amigos y maestros. Es además indispensable el modelo y ejemplo que estas personas significativas muestren al niño, para que se de una coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Además es de suma importancia la comunicación de la familia. Cuando el niño ha alcanzado la edad escolar se hará partícipe de esta comunicación abierta, en la toma de decisiones y en aportaciones sobre asuntos familiares.
Posteriormente estos valores morales adquiridos en el seno de la familia, ayudarán a insertarnos eficaz y fecundamente en la vida social. De este modo la familia contribuye a lanzar personas valiosas para el bien de la sociedad.
Recordemos que una persona valiosa es una persona que posee valores interiores y que vive de acuerdo a ellos. Un hombre vale entonces lo que valen sus valores y la manera en cómo los vive.
Ya en el ámbito social, la persona valiosa buscará ir más allá de "mi libertad", "mi comodidad o bienestar" y se traducirán estos valores en solidaridad, honestidad, libertad de otros, paz, etc.
La libertad parece ser el bien más preciado que posee el hombre. Libertad de conciencia, para alcanzar una vida coherente y equilibrada desde el interior, libertad de expresión, para poder difundir nuestras ideas y promover el debate y la discusión abierta, libertad de reunión como garantía para asociarse con aquellos que comparten ideales y trabajar por los mismos, libertad para elegir responsable y pacíficamente a nuestros gobernantes.
La solidaridad surge cuando la libertad, el desarrollo y el bienestar ya no son compatibles con las necesidades y desgracias de los demás. Ya no nos limitamos a compartir en el seno familiar, sino con los demás.
A escala internacional supone que nuestro país debe ser solidario con los países más necesitados del planeta, compartir no sólo en el ámbito económico, también en el educativo y cultural.
Compartir el conocimiento para combatir el analfabetismo y la incultura, para reducir enfermedades y epidemias, por ejemplo.
La paz es quizás prioridad esencial de nuestro mundo, un mundo que ha sufrido dos grandes guerras, con consecuencias devastadoras para los pueblos y las personas, un mundo que todavía se enfrenta a un sinnúmero de conflictos locales y regionales.
Una persona con altos valores morales promoverá el respeto al hombre, la cooperación y comprensión, una actitud abierta y de tolerancia, así como de servicio para el bienestar común.