Gerontología - Universidad Maimónides

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Da clases de violín a los 101 años, tras aprender a tocar de oído

toca_de_oido.jpgAires de Almeida e Sousa puede que sea uno de los violinistas más viejos del mundo, pero su edad no le impide seguir dando clases. El hombre aprendió a tocar el instrumento de oído a los 12 años

Infobae.com
Domingo 05 de Febrero de 2006

(EFE) - Aires de Almeida e Sousa puede que sea, a los 101 años, uno de los violinistas más viejos del mundo, pero su edad no le impide seguir dando clases de cómo se toca el instrumento que él aprendió de oído a los 12 años.
Este músico de Pazos de Brandao, una localidad cercana a Oporto, aún recuerda cómo lloró al escuchar por vez primera el "Nabucco" de Giuseppe Verdi, interpretado al violín por un vecino.
"Trabajaba para el señor Armenio, que tenía un negocio de tapones de corcho, y su padre tocaba un piso más arriba. Después le dije a mi padre que me gustaría mucho llegar a tocar como él", recuerda el centenario músico.
Su padre estuvo de acuerdo, le llevó uno de sus hermanos y aprendió a tocar el instrumento que le ha acompañado desde entonces.
Además, Almeida e Sousa, padre de 12 hijos, trabajó en su ya larga vida en el corcho, dio cal para unos pedreros, estuvo empleado en una fábrica de pasta, fue afinador de máquinas, ayudante del conductor de una camioneta, y reconoce que "todo" lo que aprendió, "incluida la música, fue de oído".
Aunque prefiere el violín, sabe tocar el contrabajo, el violón, la guitarra portuguesa, el "cavaquinho" (una especie de guitarrillo luso) y la bandurria.
Durante muchos años ha enseñado música en escuelas de su localidad o de otras cercanas y aún lo hace en casa para dos alumnos.
Además, aún toca su instrumento en un grupo folclórico de su localidad, que tiene algunos discos editados.
Los amigos le decían, según recuerda: "Si te marchas al conservatorio de Oporto o Lisboa, no habría quien pudiese contigo, porque eres el mejor".
Pero Aires de Almeida e Sousa nunca aceptó el consejo, ya que adora su tierra, en la que reposan los restos de su esposa, fallecida hace 30 años.