Recomendaciones adicionales para pacientes con dieta DASH
Si su problema es la hipertensión arterial, es necesario que tenga presente que la alimentación es un elemento central en su tratamiento. A pesar de que muy probablemente requiera o requerirá del empleo de medicación antihipertensiva (para descender la presión), las medidas generales como la dieta deben continuar presentes.
Objetivo en vista: reducir el sodio
Es necesario que sepa que bajo la recomendación: "Consumir menos sal", se incluye la reducción del aporte de sodio, cloruro de sodio, sal de mesa, sal común. Todas ellas son palabras con las que debe está familiarizado el paciente hipertenso para poder seguir con éxito su cometido.
Tanto en los EE.UU como en la mayoría de los países "civilizados" el consumo de sal supera holgadamente las necesidades corporales e incluso puede decirse que es claramente excesivo, sobre todo en ciertas personas. Se trata de aquellos que se alimentan con "snacks" adquiridos en kioscos de colegios, callejeros o de lugares de trabajo.
Si Ud. necesita reducir el consumo de sodio, tenga en cuenta lo siguiente:
* Antes de adquirir o utilizar sustitutos de la sal, consulte con su médico o su nutricionista si el producto en cuestión es adecuado para su caso.
* Consuma vegetales frescos, congelados y evite los enlatados (que contienen sodio como conservante).
* Emplee carnes (vacuna, pollo, pescado) frescas o congeladas; deje de lado los embutidos, fiambres o enlatados tipo corned.beef, por ejemplo).
* Aprenda a utilizar (y saborear) hierbas aromáticas (tomillo, salvia, romero, albahaca, etc.) y especias (comino, pimienta, mostaza) en reemplazo de sal.
* Recurra a cereales o pastas sin sal. No emplee arroz, pasta o cereales precocidos o preelaborados.
* Si necesita usar alimentos enlatados, proceda a lavarlos exhaustivamente con agua corriente, para quitarle el exceso de sodio.
De compras
Cuando concurra al supermercado, además de las recomendaciones proporcionadas acerca de la selección de alimentos (menos latas y más congelados o alimentos frescos) es importante que lea con detenimiento las etiquetas de productos que lo tientan. Recuerde las palabras claves que mencionamos al inicio de la nota.
Si toma en cuenta esta recomendación se sorprenderá cuando descubra que muchos productos, incluso aquellos no sospechados de contener sal, la poseen y en cantidades significativas. Es el caso de los preparados para hacer tortas o bizcochuelos, harinas leudantes, salsa de soja comunes (las hay sin sodio) y sales saborizadas.
En términos generales, tenga en cuenta que los alimentos procesados o prelistos, contienen más sodio que los ingredientes separados que le dieron origen.
¿Y el alcohol?
Consumir mucho alcohol, más allá de las consecuencias sobre el hígado, el sistema nervioso y las ocasionadas en su vida social, no es conveniente porque eleva la presión arterial, suma calorías y puede provocar hipoglucemias en diabéticos que utilizan determinadas pastillas.
No se trata de eliminarlo por completo, pero sólo debe ser utilizado en cantidades moderadas. Esto es: 1 medida por día para mujeres (por ejemplo: 1 vaso de vino o 1 lata de cerveza) y 2 para el hombre.
Tenga en cuenta que estas recomendaciones sólo son de tipo general. Como sucede con otras afecciones, es necesaria la indicación personalizada para cada paciente. Nadie mejor que el médico tratante o el nutricionista que Ud. elija para aconsejarle lo más conveniente en su caso en particular. No deje de oír sus consejos.
Editora Médica Digital, febrero de 2006