Sostienen que la hormona del hambre mejoraría la memoria
INVESTIGACION SOBRE EL MAL DE ALZHEIMER Y TRASTORNOS DE APRENDIZAJE
Además de transmitir la necesidad de comida, ayuda a otras funciones del cerebro.
LA REPUBBLICA. ESPECIAL PARA CLARIN.
Jueves | 23.02.2006
Es bien sabido que los estudiantes que están en época de examen muchas veces se saltean comidas. Pero esta costumbre podría tener algún efecto positivo sobre la capacidad de memorizar las lecciones. Un grupo de estudiosos de la Universidad de Yale descubrió que la hormona del hambre contribuye a estimular las conexiones de las neuronas en la zona del cerebro en la que se forma la memoria reciente. En la investigación, publicada en "Nature", se subraya además la posibilidad de utilizar a la grelina (nombre de la hormona del hambre) hasta para curar trastornos del aprendizaje o el Mal de Alzheimer.
Sucede que la función de esta hormona —liberada por el estómago— es la de activar algunos receptores del cerebro que transmiten al organismo la sensación de hambre. Se sabía que la grelina actuaba en especial en la zona denominada hipotálamo. Ahora, el equipo de estudiosos de Yale descubrió que la hormona cumple las mismas funciones en otra área del cerebro, el hipocampo, que juega un papel fundamental en los procesos de aprendizaje. En especial, los investigadores descubrieron que la grelina mejora las conexiones entre las neuronas que están en el interior de este sector.
"El estudio demuestra que la grelina puede controlar las funciones más importantes del cerebro actuando en la conexión molecular entre la capacidad de aprendizaje y la energía producida por el metabolismo". Por el momento, de todos modos, la modalidad exacta de la acción de esta hormona es un misterio.
Los investigadores esperan poder usar esta hormona para resolver trastornos de aprendizaje u otras graves enfermedades vinculadas con el cerebro y la memoria. La grelina podría, por ejemplo, tener un efecto positivo en la cura del Alzheimer. Los estudiosos advierten, de todos modos, que, por el momento, el uso con fines terapéuticos de la grelina es hipotética. No se conocen todavía los eventuales efectos colaterales derivados de la grelina.
Mientras se aguarda la realización de análisis específicos sobre el uso farmacológico de la grelina hay quienes sostienen que esta hormona, que pudo ser aislada por primera vez del estómago de ratas, puede curar también varios disturbios de la alimentación como la cura de la anorexia, la obesidad, casos graves de cansancio y hasta para algunos tumores.
Pueden pasar años para que cure
Cuando aparecen novedades sobre el Mal de Alzheimer pasa lo mismo que cuando se difunden avances contra el cáncer: las expectativas se multiplican y el optimismo es capaz de nublar la visión frente a las fronteras de lo posible.
Conviene que eso no ocurra. "Yale es una universidad muy seria y la revista Nature, prestigiosa. Son fuentes rigurosas, pero hay que leer lo que publican sin apresurarse", advierte Edgardo Gabriel Reich, neurólogo, docente de la UBA y miembro de la Sociedad Neurológica Argentina.
Reich se refiere a la asociación que plantea el estudio entre la hormona del hambre, la grelina, y las posibilidad de utilizarla para aliviar el Alzheimer. "La grelina es una hormona que si bien actúa en el cerebro es, si se quiere, más grastroenterológica o endocrinológica, porque en el cerebro estimula el centro del apetito. Pero no está disponible como fármaco a nivel masivo, es decir, na die puede ir a la farmacia y comprarse unos comprimidos de esa sustancia", explica Reich.
Lo que hicieron en Yale fue establecer un puente entre ella y el Alzheimer, basados en que la hormona actúa, también, en el hipocampo, la región del cerebro vinculada con los procesos de aprendizaje. "Las revelaciones del estudio son alentadoras pero pueden pasar años hasta que se conviertan en algo terapéutico", concluye Reich.
ELIANA GALARZA