Gerontología - Universidad Maimónides

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La prevención de la osteoporosis debe iniciarse a partir de los 45 años

Las mujeres deben asumir la preocupación por la osteoporosis “a edades mucho más tempranas”. El objetivo es contribuir a la detección precoz de una enfermedad que afecta millones de mujeres.

Madrid, 18 marzo 2006 (azprensa.com)

“Un problema de salud pública y una epidemia”. Así ha definido la osteoporosis Santiago Palacios, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM). Para este ginecólogo, “existen dos millones y medio de mujeres con osteoporosis en España —la enfermedad es cuatro veces más frecuente en la mujer que en el hombre—, con 100.000 fracturas al año”.

En este sentido, Palacios ha afirmado que “cada fractura aguda cuesta más de 6.000 euros, duplicándose al doble si pensamos en la recuperación, rehabilitación y el año siguiente a la fractura”. Además, “la osteoporosis mata más que el cáncer de mama en España, y esto es algo que no sabe la población”.

El papel del ginecólogo

Los especialistas estiman que hasta el 70 por ciento de la variación ósea está determinada por la herencia. Sin embargo, “el 75 por ciento de la perdida ósea que tiene lugar en los primeros 15 años después de la menopausia está totalmente relacionada con los estrógenos, no con el envejecimiento, y por esta razón —asegura Palacios—, los ginecólogos desempeñan un papel drástico entre los 50 y los 65 años, puesto que el 75 por ciento de esa pérdida se debe a los estrógenos”.

No obstante, los expertos subrayan que muchos de los factores que aumentan el riesgo de caídas y la aparición de fracturas se pueden evitar desde la consulta del ginecólogo. Al menos así lo cree otra especialista, María Jesús Cancelo, adjunta del Servicio de Ginecología del Hospital General de Guadalajara, quien advirtió de que muchas veces en la consulta diaria no se incide “lo suficiente en factores tan sencillos como la iluminación del hogar, el hecho de que no existan obstáculos (alfombras, cables o incluso mascotas que puedan enredarse en los pies) y también que la mujer tome fármacos que puedan deteriorar tanto su equilibrio como su capacidad de estar alerta frente a determinados estímulos”.

A juicio de Cancelo, aunque no es posible controlar algunos factores de riesgo que inciden directamente sobre el hueso, sí lo es “actuar sobre otros aspectos para lograr ese pico de masa ósea tan importante”. Una ingesta adecuada de calcio a lo largo de toda la vida, la práctica regular de ejercicio físico (sobre todo al aire libre) y evitar el tabaco y determinados fármacos que pueden resultar tóxicos para el hueso, son algunas de las claves para prevenir la osteoporosis, según ha explicado Cancelo.

Por su parte, José Villero, jefe de sección del servicio de Ginecología del Hospital Reina Sofía de Córdoba, ha recalcado las diferencias existentes entre los conceptos de prevención primaria (dirigida a personas sanas en las que se quiere evitar el riesgo de osteoporosis), prevención secundaria (encaminada a enfermas fracturadas y no diagnosticadas) y prevención terciaria (enfocada a evitar el riesgo de nuevas fracturas en mujeres fracturadas y diagnosticadas).

A este respecto, Villero ha hecho hincapié en la importancia de la detección precoz, especialmente en el caso de mujeres fracturadas que no han sido diagnosticadas. “Hay multitud de mujeres que están fracturadas y que no lo saben y es importante saber que lo están, y después diagnosticarlas, identificarlas y tratarlas”.

Un paso por delante

Así las cosas, la prevención cobra especial importancia en aquellas mujeres que, aunque no tienen osteoporosis, sí presentan baja masa ósea y uno o más factores de riesgo, según advierte Palacios. “Es importante ir un paso por delante y que estas mujeres con secuela osteoporótica reciban un tratamiento preventivo”.

Sin embargo, la línea que separa la prevención del tratamiento en esta patología es muy difusa, según puso de manifiesto Santiago Palacios, ya que “al tratar la osteoporosis, también se está previniendo la fractura”.

Aunque el arsenal terapéutico disponible en estos momentos para tratar la osteoporosis es muy amplio el presidente de la AEEM hace referencia a un reciente estudio con risedronato —estudio SIRIS— que demuestra que este tratamiento reduce en un 75 por ciento la incidencia de fracturas, tanto vertebrales como no vertebrales, en pacientes osteopénicas sin fractura previa. “El risedronato es el único que ha demostrado que previene las fracturas, ya que la mayoría de estudios están hechos en mujeres con fracturas”, ha apuntado.

En la misma línea, este especialista ha abogado por “un concepto de cuidado de la mujer a lo largo de toda la vida, sin que haya que esperar hasta la llegada de la menopausia o a tener más de 65 años para que la mujer comience a cuidar sus huesos”.

Por esta razón, en opinión de Palacios, “es importante transmitir a las mujeres que deben asumir la preocupación por esta epidemia a edades mucho más tempranas”. Bajo el punto de vista de este especialista, la edad ideal serían los 45 años.

Conocer la enfermedad

La información al paciente es otro de los puntos clave en la prevención de la osteoporosis, tal y como ha manifestado la doctora Cancelo. “Es importante que la mujer conozca qué es la enfermedad y sobre todo qué consecuencias tiene, porque esto tendría una repercusión positiva en la continuidad del tratamiento, ya que la tasa de abandono es muy alta”. En este punto, José Villero ha denunciado que una de las causas que propician el incumplimiento del tratamiento es que, en el momento actual, “existe mucha masificación y poca comunicación”.

Y es que la relación médico-paciente reviste una importancia especial a la hora de prevenir la osteoporosis. “Es esencial poder dedicar unos minutos a explicar a la paciente la patología que padece y lo que se espera del tratamiento”, concluye María Jesús Cancelo.