Con la fuerza de los 40
Las firmas de moda y belleza están eligiendo mujeres maduras como protagonistas de sus campañas publicitarias. ¿El motivo? La fuerza y la experiencia que su imagen transmite. Sharon Stone, Demi Moore y Madonna encabezan la lista
La Nación Revista
Domingo 2 de abril de 2006
¿Quién habría pensado que la industria de la moda se cansaría de las modelos adolescentes? Sus rostros virginales e inexpertos, y sus cuerpos inmaduros, solían ser considerados una herramienta perfecta para vender ropa. Eran el estándar ideal al que se suponía que toda mujer debía aspirar. Pero los tiempos están cambiando. Ahora, las de treinta, cuarenta y más años, que ya vivieron los triunfos y desafíos de la vida, que llevan esa experiencia grabada en su cara, les están arrebatando los contratos a las jovencitas, desplazándolas de las tapas de las revistas. Al fin se ven en los íconos de belleza algunas metas valiosas a las que se puede aspirar. Ya no más la inalcanzable perfección de una etérea joven.
La casa de modas Versace encabezó la marcha: dos temporadas atrás, Donatella Versace usó a Madonna, de 47 años, como cara de su campaña. La temporada pasada fue Demi Moore, de 43 años. Para su colección primavera-verano 2006 contrató a la premiada actriz Halle Berry, de 39. Madonna, Moore, Berry: mujeres que son tan conocidas por su intenso compromiso con la vida como por su belleza y su éxito.
"Estas mujeres son todas un poco más maduras y más sabias –dice Versace–. Ellas han vivido." Berry, cuya actuación como Leticia Musgrove en Monster’s Ball (2001) la hizo merecedora de un Oscar, proyecta una imagen sensual, fuerte y femenina. "Recuerdo la primera vez que usé Versace –dice–. Era un vestido muy ajustado. Jamás lo olvidaré, porque me sentí instantáneamente conectada con mi sexualidad."
En la campaña, fotografiada por Mario Testino, es un personaje absolutamente opuesto a un lienzo en blanco, a una adolescente. Eso es exactamente lo que pretendía Versace. "Las adultas tienen también verdadero talento como personas y han logrado grandes cosas en sus carreras. Las admiro y las respeto; creo que son más inspiradoras para una mujer que puede usar Versace. Cualquier modelo adolescente puede quedar bien con la ropa, pero estas prendas son para mujeres verdaderas, y quería celebrar ese hecho."
Berry es la primera en admitir que, a pesar de su apariencia y del éxito del que disfruta, la vida no le fue fácil. Su padre era un alcohólico violento que abandonó a la familia cuando ella tenía cuatro años. Desde entonces pasó por más de una relación con maltratos: un ex novio la golpeaba con tanta violencia que la dejó parcialmente sorda. Incluso admitió haber considerado la posibilidad de suicidarse después de que su primer matrimonio fracasó. "Iba a asfixiarme en el garaje, pero pensé en mi madre y me di cuenta de que sería muy injusta, pues le rompería el corazón." Su segundo matrimonio, con el cantante Eric Benet, también terminó en divorcio.
Esa vulnerabilidad, combinada con su feroz determinación para superar los problemas, hizo que muchos la admiraran. Es fácil entender por qué Versace se entendió con ella: Donatella quedó devastada por el asesinato de su hermano Gianni, en 1997, pero se hizo cargo y logró mantener la firma a la vanguardia de la moda. Más recientemente, derrotó sus propios demonios, emergiendo saludable y fortalecida de una rehabilitación por drogadicción. Sus experiencias influyeron en la elección de las modelos. "Me identifico más con las mujeres de hoy y con las que triunfan en el mundo en el que viven."
La búsqueda de Versace de mujeres mayores tal vez surgió de sus experiencias personales, pero también coincide con la tendencia actual: Christian Dior encontró a Sharon Stone, de 47 años, para que fuera el rostro de una nueva línea de cuidado de la piel. También Kim Basinger, de 52, protagonizará la campaña publicitaria de primavera de Prada y Patrick Cox ha anunciado que Elizabeth Hurley, de 40, encabezará su nueva pauta primavera-verano. Una vez más, son referentes de belleza y talento, pero también han enfrentado los desafíos de la vida.
Miuccia Prada describe a Basinger, que es tímida y que luchó contra la angustia y la agorafobia toda su vida, como alguien "con una sensibilidad intelectual única". Y Sharon Stone, que en 2001 sufrió una hemorragia cerebral, es reconocida por su inteligencia e independencia de opinión. "Me siento más bella hoy que a los 20 años", dice ese ícono de Hollywood. De su nuevo contrato con Dior –que, se rumorea, supera el millón de libras esterlinas– Stone afirma: "Creo que es muy audaz y atrevido contratarme. Pero sé que las mujeres mayores pueden ser interesantes, sensuales y valiosas. Algunas de las más bellas del mundo superan los 40 años... ¿Acaso todo el mundo no piensa que Judi Dench es una actriz asombrosa? ¿Qué tiene para decir una joven?"
No mucho. Por lo menos en lo que se refiere a las grandes marcas, como Dior, Versace y Prada. Los cínicos pueden decir que el ascenso de estas añejas bellezas es un capricho de corta vida, pero promover la edad y la experiencia por encima de la juventud y la belleza sin mácula tiene sentido comercial. La firma Mark & Spencer puede dar fe: sus ventas aumentaron un 3,3% cuando se emitieron avisos televisivos con la supermodelo Twiggy, de la década de 1960, contribuyendo a un aumento récord del 20% en las ganancias.
"En cierto modo, es más fácil relacionarse con estas mujeres que con una supermodelo –dice Versace–. La mannequin de hoy no se comunica con las otras mujeres como lo hacía antes." Que Berry, Madonna o Moore todavía se vean lo suficientemente bien como para desalojar a las modelos adolescentes es un logro tan grande como cualquiera de sus éxitos profesionales. Ninguna parece cansada o incómoda con su aspecto, y todas lucen un espectacular estado físico. Es claro que dedican más tiempo a su apariencia que la mayoría de sus pares, pero ése es el tema, según Versace. Donatella cree que las bellezas nacen, pero que los íconos modernos se hacen. "Sí, por supuesto que tenemos suerte en vivir la vida que llevamos, pero hemos trabajado increíblemente duro para llegar adonde estamos: no es que hayamos nacido simplemente con buenos genes", aclara.
Sin sus altibajos y triunfos, esta banda de experimentadas no serían más que bellezas bien conservadas. Para Versace, sus clientes se identifican con la vida y la personalidad de una mujer, no con un rostro adolescente. ¡Bien por eso!
Por Claudia Croft (The New York Times)
Fotos: Dior y archivo AP
Traducción: Mirta Rosenberg
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