El diseño al servicio de necesidades sociales
Las distintas profesiones otorgan a sus expertos la posibilidad de desarrollar su trabajo en diversas áreas y ámbitos. El diseño no es la excepción. Sin embargo, el diseñador tiende a insertarse en industrias, estudios de diseño o trabajar de forma independiente. No obstante, existen campos menos explorados. El social es uno de ellos.
INTI - Saber Como Nº 45
Siguiendo la concepción del Proyecto Diseño y Comunicación para el Desarrollo Local (Proyecto UBAcyt 016 de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo), el diseño social busca reorientar recursos materiales o simbólicos para fortalecer a la comunidad, promoviendo la adquisición de conocimientos y fortaleciendo la identidad y autonomía para lograr la mejora de la calidad de vida de las personas. Para el diseñador, el trabajo en este campo no es sencillo, pero tampoco más complicado que en otras esferas. Simplemente es necesario tener en cuenta ciertas variables y metodologías. Trabajar en el área social, en el complejo entramado que implica, requiere del trabajo transdisciplinario, donde cada experto aporta desde su ámbito herramientas pertinentes, complementándose unas con otras. En repetidas ocasiones los expertos cometen el error de acercarse a la comunidad situándose como poseedores del conocimiento, tratando de imponer cambios que creen necesarios. Contrariamente, para lograr el éxito de un proyecto es imprescindible conocer las necesidades, prioridades e intereses de la comunidad. Para que el diseño social progrese es menester compartir experiencias, debatirlas, evaluar y aplicar nuevos procedimientos; crear redes de trabajo transdicisplinario, y principalmente reconocer al otro como interlocutor que participa a la par del diseñador.
Los principios del “Diseño para Todos” o “Diseño Universal” representan una guía para la labor profesional del diseñador, ineludible en el escenario del diseño social. Siguiendo estos principios, los productos y estrategias desarrollados contemplan una amplia utilización de los mismos, centrándose en el diseño utilizable universalmente. En esta dirección, el diseño debe caracterizarse por ser útil y accesible a personas con diversas capacidades, y acomodarse a un amplio rango de preferencias y habilidades individuales.
La complejidad del diseño social es entonces la complejidad del entramado de redes que conjugan las variables de la vida cotidiana y problemáticas donde los profesionales del diseño se animan a involucrarse, cada vez con mayor fuerza.
Experiencias en diseño social
En el año 2003 el Programa de Diseño del INTI, junto a la Red Nacional de Adultos Mayores y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, trabajó sobre la problemática detectada en los adultos mayores, a fin de constituirse en un apoyo sostenido para que personas de la tercera edad conserven su autonomía, productividad y dignidad, contribuyendo al mejoramiento integral de su calidad de vida.
Desde el INTI se desarrolló una convocatoria de ideas con la participación de personas mayores quienes orientaron y manifestaron sus necesidades, detectando de este modo problemas a ser resueltos por el diseño de productos. En una segunda etapa, se realizó un concurso de diseño cuyo objetivo estuvo centrado en fomentar la creatividad y la capacidad de innovación para lograr productos o servicios factibles de ser incorporados en la vida cotidiana de las personas de la tercera edad, mejorando así su calidad de vida. Entre los proyectos presentados se puede destacar un gimnasio terapéutico cuyo fin era colaborar con el mantenimiento y mejoramiento de las capacidades físicas e intelectuales de la tercera edad. El jurado destacó principalmente su función integradora y participativa. Luego del concurso se desarrolló el prototipo de este proyecto en la Provincia de Mendoza.
En este marco, en 2004 se llevó a cabo la primera Jornada “La Tecnología al Servicio de los Adultos Mayores” para la cual se realizó, junto con la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, un catálogo donde se expusieron problemas, necesidades y posibles soluciones. Dicha Jornada sería el precedente para la creación del actual Centro de Investigación y Desarrollo en Asistencias Tecnológicas para la Discapacidad, cuya misión es contribuir a la generación de productos innovadores que permitan brindar soporte tecnológico frente a las necesidades derivadas del envejecimiento y la discapacidad.
Siguiendo esta línea de trabajo, actualmente el Programa de Diseño del INTI se encuentra en la etapa diagnóstico de una nueva investigación que tiene por objetivo integrar a las personas con discapacidad visual a los circuitos culturales (centros culturales, museos, paseos, etc.).
En otro orden, un equipo de investigación de la Universidad Nacional de La Plata, dependiente de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Bellas Artes, lleva adelante un proyecto para el diseño y producción de recursos técnicos para el agregado de valor a la cadena de recolección y tratamiento de residuos sólidos urbanos. El objetivo principal de esta iniciativa consiste en la optimización del proceso de recuperación de residuos a través del diseño y producción de los dispositivos de carga y traslado. La premisa fue facilitar un trabajo más seguro y digno, y la inserción y reconocimiento social del recolector. Para tal fin se diseñaron carros más dinámicos, un sistema de limpieza y triturado de botellas y el uso de delantales plásticos. Estos desarrollos consideraron cuestiones relativas a la circulación, mantenimiento y limpieza del carro y su adecuación ergonómica. Se trabajó de manera participativa con una cooperativa de cartoneros de la zona de Lomas de Zamora, facilitando la aceptación del carro por parte de los trabajadores.
Estas experiencias conjugan distintos abordajes del diseño social: se comienza con el relevamiento y se concluye con el trabajo participativo, diseñando y produciendo según las necesidades expresadas por los usuarios.
Por el equipo del Programa de Diseño, prodis@inti.gov.ar
Más información: www.inti.gov.ar/prodiseno/trabajos.htm