Gerontología - Universidad Maimónides

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Cómo tratar a los jubilados

En las sociedades más desarrolladas se afirma la tendencia de las empresas a entrenar a sus empleados mayores para que no sientan el momento de la jubilación como algo fatal. Los ayudan a explorar nuevas posibilidades y a desarrollar otros aspectos de su personalidad para la nueva etapa

por Osvaldo Pepe | SECRETARIO DE REDACCION DE CLARIN
opepe@clarin.com
23.10.2006

Los demógrafos explican que la población mayor de 65 años se duplicará en los próximos 25 años, producto de los avances de la medicina que empuja la expectativa de vida en las sociedades con cierto grado de bienestar. Los llamados "baby boomers", aquellos nacidos al final de la segunda posguerra en EE.UU. y Europa, están empezando a envejecer. Pero muchos no son viejos. Los especialistas en geriatría dicen que esa generación promete redefinir más profundamente aún lo que significa "ser viejo". Claro: se estima que los 78 millones de estadounidenses de entre 50 y 60 años tienen un poder adquisitivo global de dos billones de dólares. Y ese dinero les trae respeto.

Las miradas sobre la vejez definen a las sociedades: la Argentina no ha tratado bien a sus mayores, casi siempre los ha transformado en variable de ajuste de todos los planes y fracasos de la economía en los últimos 40 años. El gobierno de Kirchner mostró y muestra disposición para rectificar ese rumbo ("Kirchner prorroga hasta fines de abril una moratoria para jubilados"), pero fue la Corte Suprema quien ordenó poner todo el énfasis del Estado para reparar de modo permanente el atraso en las jubilaciones, en algunos casos congeladas desde hacía 14 años.

En EE.UU. los publicitarios ponen su ojo en los que ya ingresan a la edad jubilatoria y al tiempo de gozar lo sembrado. Acá, un banco líder, inspirado por algún "genio creativo", llama a pedir créditos y a gastar la plata en la juventud, denigrando a la vejez por la presunta impericia para manejar un hidromasaje, un portón eléctrico y algún otro fetiche tecnológico: una joyita que no podía ser sino argentina.