Correr: una actividad que agrega vida extra
Salud cardiovascular
Cada hora corrida suma dos horas
El año pasado, un hombre aparentemente sano, de más de 40 años de edad, murió de un ataque cardíaco durante una maratón en Long Island. Cuando se escucha que alguien sufrió un ataque al corazón mientras corría, de inmediato se asume que es posible que correr sea peligroso para el corazón. Pero, ¿lo es?
La Nación Salud
Sábado 5 de Agosto de 2006
La respuesta es algo paradójica. Al correr, una persona, especialmente alguien con una enfermedad cardíaca oculta, es más probable que muera que si esa misma persona estuviera caminando o descansando. Durante la ejercitación vigorosa el corazón puede desarrollar un latido irregular, la presión sanguínea puede subir a niveles peligrosos o una placa de una arteria parcialmente obstruida puede desprenderse e impedir la circulación.
Pero, y éste es un gran pero, fundamentalmente, la gente que corre, incluso la que sufre de factores de riesgo importantes, está menos predispuesta a tener un ataque cardíaco a largo plazo que si no realizara esa actividad física.
Reducir el riesgo
Hace siglos se pensaba que el corazón estaba limitado a un cierto número de latidos y que los que acostumbraban a acelerarlo morían jóvenes. Hoy sabemos que el corazón es un músculo y que al ejercitarlo se lo fortalece. Pero no hay que trabajar demasiado duro para lograrlo. Esto es lo que significa "acondicionar" al corazón mediante la actividad física moderada.
El acondicionamiento se produce al ejercitarse en niveles que hacen que el ritmo cardíaco se ubique dentro de un determinado rango adecuado para cada edad (reste su edad a 220, luego tome el 50 y el 75% de ese número para determinar su ritmo cardíaco adecuado).
Un corazón bien acondicionado puede bombear con 50 latidos la misma cantidad de sangre que el de una persona sedentaria bombearía con 75 latidos. Además, durante el descanso, el latido de un corazón bien entrenado es más lento.
Entre los principales factores que aumentan la posibilidad de desarrollar enfermedad coronaria -causa latente de la mayoría de los ataques al corazón- se encuentran el colesterol alto en sangre, la presión arterial alta, la obesidad, la diabetes y el exceso de estrés.
Lo bueno de realizar ejercicio físico en forma regular es que permite contrarrestar todos estos factores de riesgo. El ejercicio también eleva los niveles en sangre del colesterol HDL (el llamado "colesterol bueno") lo que ayuda a limpiar las arterias de depósitos de grasa. Los únicos factores de riesgo importantes que el ejercicio no puede cambiar son la historia familiar y la edad. Estos dos factores pueden servir de alerta.
Si se tiene una historia familiar de muertes prematuras por enfermedades cardíaca (ataques en familiares directos que ocurrieron antes de los 65 años) o si se está en la mediana edad o más y se ha llevado una vida bastante sedentaria durante años sería oportuno realizarse exámenes médicos antes de comenzar a correr.
Mi padre no sabía esto en 1967 cuando intentó correr por primera vez. Su padre y su tío habían tenido ataques cardíacos cuando tenían alrededor de 55 años. Y aunque mi padre siempre había estado físicamente activo (caminatas enérgicas y natación eran sus actividades en la mitad de su vida) tuvo un ataque al corazón alrededor de una hora después de su primera carrera.
Alguien que hubiera debido saber más, sin embargo, fue James F. Fixx, que murió de un ataque al corazón cuando corría el 20 de julio de 1984. Como autor de "El libro completo para correr", Fixx era un símbolo internacional de la revolución del jogging. Pero también tenía una historia familiar de enfermedad cardíaca, su padre había muerto de un ataque a los 43 años. El mismo había experimentado síntomas cardíacos semanas antes de su muerte, síntomas de uno o más ataques menores que él ignoró.
La autopsia reveló que a pesar de estar físicamente activo Fixx tenía una avanzada enfermedad coronaria, una arteria bloqueada en un 99%, otra un 80% obstruida y una tercera en un 70%; en suma, un ataque al corazón que esperaba el momento en que debía ocurrir.
Para tomar en cuenta
En el transcurso de casi todos las maratones uno o más corredores se desploman con un ataque cardíaco y algunos mueren. El calor y la deshidratación a menudo son factores desencadenantes.
En 1987, un estudio de ataques cardíacos y muertes súbitas en los corredores mostró que el 81% de las víctimas había ignorado síntomas de aviso.
La lección en estos casos es que hay que tomar precauciones razonables contra la muerte súbita:
# Asegúrese no tener factores de riesgo aunque estén bajo control, especialmente fumar.
# Si se ha sido sedentario por muchos años o se tienen dudas sobre el bienestar cardíaco, realícese un chequeo previo. Pero recuerde que pasar un test de fuerza no es garantía de salud cardíaca.
# Establezca un programa de entrenamiento razonable especialmente con mucha anticipación antes de un acontecimiento. Todos sus músculos, no sólo su corazón, necesitan estar en forma para el esfuerzo.
# Corra o camine a su ritmo (las maratones son carreras sólo para unos pocos atletas jóvenes).
# Permanezca bien hidratado primero con agua, luego con una bebida para deportistas si transpira mucho o si se ejercita dos o más horas.
# Preste atención a los signos de advertencia. Si siente molestias en el tórax o dolor que pudiera ser un síntoma de insuficiencia coronaria durante la actividad, deténgase inmediatamente y busque atención médica.
Los síntomas que no deben ser ignorados incluyen palpitaciones, dolor, presión o molestia en el pecho, mareos, falta de aliento y náusea. Además, si durante la ejercitación normal encuentra que se fatiga y le falta el aire sin razón aparente, eso es señal de que debe ser examinado.
Ganar años de vida
La gente con enfermedad cardíaca avanzada está en riesgo de morir repentinamente ya sea que se ejercite o no. Pero mientras el ejercicio vigoroso puede precipitar un ataque cardíaco durante la realización del mismo y hasta una hora después, la actividad física regular es importante para prevenir la muerte súbita.
Un estudio realizado en Seattle sobre personas que murieron repentinamente mostró que las que no tenía diagnosticada una enfermedad al corazón estaban más predispuestas a morir durante la ejercitación, pero que disminuía el riesgo general de muerte súbita si se ejercitaba regularmente. En otras palabras, si los que tenían enfermedad cardíaca evitaban el ejercicio su riesgo total de muerte súbita aumentaría en lugar de disminuir.
A partir de un estudio sobre 7620 corredores de Rhode Island se calculó que un corredor de edad media sin enfermedad cardíaca conocida que hubiera corrido durante más de un año tenía menos posibilidades de morir repentinamente que otro no corredor que había manejado durante ese año.
A largo plazo, varios estudios encontraron que correr agrega años de vida. Sobre todo cada hora que se pasa ejercitando (hasta 30 horas por semana) agrega alrededor de dos horas a las expectativas de vida de una persona, según un estudio de Harvard que estudió las muertes de 17.000 hombres durante más de dos décadas.
Aun aquellos que comenzaron a realizar actividad física hacia la mitad de sus vidas tenían un 23% de riesgo más bajo de muerte en los siguientes 20 años. Las actividades de resistencia como correr, andar en bicicleta, nadar, caminar enérgicamente, realizar cross-country, ski, aportaban los mayores beneficios y agregaban seis años de expectativa de vida comparados con aquellos que prefieren tirarse en un sillón.
Por Jane E. Brody
De The New York Times
Traducción: María Elena Rey
http://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/suplementos/salud/nota.asp?nota_id=828904